“¡México puede cambiar para bien! ¡México es un pueblo creyente y de grandes valores! La tarea nos empuja a ponernos en camino, responsabilizándonos unos de otros en ese caminar unidos”, manifiestan los obispos mexicanos.
Estas palabras están incluidas en el mensaje al Pueblo de Dios de los obispos de México reunidos en la CXI Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), celebrada del 8 al 10 de noviembre de 2021.
Respuestas pastorales, reales y eficaces
En este mensaje, el episcopado de México ha querido expresar su cercanía con el pueblo mexicano, con especial mención a los “afectados a causa de la pandemia, de los desastres naturales, de los lamentables accidentes, de los efectos de la violencia y de la inseguridad”. En este sentido, han manifestado su deseo de “caminar con las familias y sus historias de vida, para aprender a ser una Iglesia abierta, sinodal, samaritana y en salida”.
El objetivo de esta reunión, explica el episcopado mexicano, es “es asumir, como obispos y como Iglesia, los servicios que queremos prestar a todas las regiones del País” para ofrecer “respuestas pastorales, reales y eficaces, a tanta necesidad y a tan repetidos sufrimientos”.
En particular, “pensamos en los que han experimentado los estragos de la muerte de amigos y familiares; los que siguen cayendo en la pobreza, los que han perdido su seguridad social, laboral y alimenticia, los migrantes forzados, los desaparecidos y los seducidos y atrapados por el crimen”.
Ponerse en camino
Respecto a esta cuestión, los obispos aztecas consideran que para restaurar esta situación es necesario “un cambio de mentalidad y un modo distinto de vivir”. “México puede cambiar para bien! ¡México es un pueblo creyente y de grandes valores! La tarea nos empuja a ponernos en camino, responsabilizándonos unos de otros en ese caminar unidos”, sostienen.
“No debemos dejarnos arrastrar por el individualismo, la codicia y el egoísmo. La respuesta a situaciones comunes es caminar juntos; involucrarnos todos, aportando cada quién su propia visión y su propio esfuerzo. Ese caminar juntos es entrar en ambientes de comunión y unidad, para superar la fragmentación, la división y la polarización política”, agregan. También, por eso, “a nivel regional tendremos la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, y a nivel mundial, el Sínodo Eclesial”.
“Todos somos importantes”
Para lograr este anhelo, apuntan que es necesario “primero encontrarnos”. “Todos nos necesitamos en esta aventura común. Todos somos importantes, con la riqueza de la variedad: Los obreros, campesinos, intelectuales, estudiantes, empresarios, políticos, artistas, médicos, deportistas, jóvenes, migrantes, consagrados”.
En este sentido, resaltan que es preciso recorrer “un camino sinodal” para después “abrirnos a un diálogo sincero y enriquecedor cargado de verdad y de atenta escucha, acogiendo la riqueza del otro, para llegar a vernos como hermanos y establecer lazos de amistad social”. Y, finalmente, “discernir y elegir los caminos adecuados, haciendo a un lado la indiferencia, la exclusión y el rechazo del otro”.
“Ante esta situación crítica, avivemos la esperanza. Cristo nos asegura su presencia y su victoria. Él nos acompaña hasta el fin de los tiempos”, recuerdan, al mismo tiempo que se refieren al hecho de que la Virgen de Guadalupe ha camindo con México durante 5 siglos: “Ella nos enseña a enraizar la cultura del encuentro y de la unidad, y nos reafirma su amor y presencia maternal: ‘No estoy Yo, aquí, que soy tu Madre’”.
Renovación de la directiva de la CEM
Además, en esta CXI Asamblea Plenaria, se ha renovado la directiva de la CEM. Así, monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y actual presidente del comité Económico del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) fue reelegido como presidente del Episcopado mexicano para el trienio comprendido entre 2021 y 2024.
Como vicepresidente fue elegido el arzobispo de Yucatán y presidente de la Red Clamor Monseñor Gustavo Rodríguez Vega y en el cargo de secretario general estará Monseñor Ramón Castro Castro. La tesorería, por su parte, será ocupada por Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe y la responsabilidad de vocales será asumida por los obispos Jaime Calderón Calderón y Enrique Díaz Díaz.
Objetivos de esta Asamblea
De acuerdo a una nota de ADN CELAM, sistema informativo del CELAM, esta CXI Asamblea busca dar continuidad a los trabajos en proceso que lleva la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Entre ellos, se encuentra el Proyecto Global de Pastoral establecido entre 2031 y 2033, actividad que estará ligada a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe; así como el Encuentro Eclesial de México, previsto para abril de 2022 y el Sínodo sobre la sinodalidad inaugurado de recientemente por el Papa Francisco.
Igualmente, dentro de la agenda está la elección de 80 cargos de la estructura funcional, la elaboración y aprobación de un nuevo objetivo general, los nuevos ejes transversales, y prioridades pastorales para el próximo trienio que se complementarán con los informes de las comisiones de la Conferencia Episcopal mexicana.
