“La situación actual representa para los países de Europa Central y Oriental y para todo el continente europeo un gran peligro, que puede destruir los progresos realizados hasta ahora por muchas generaciones en la construcción de un orden pacífico y de la unidad en Europa”, exponen los obispos de Polonia y Ucrania en su llamamiento a buscar el diálogo y el entendimiento para alejar el peligro de una acción militar entre Ucrania y Rusia.
De acuerdo a una nota difundida por la Conferencia de Obispos Católicos de Polonia, los prelados indican que han recibido con preocupación la noticia de que la reciente serie de conversaciones entre Rusia y Occidente no ha conducido a un acuerdo; animan a rezar juntos por la paz.
“En sus discursos, los líderes de muchos países señalan el aumento de la presión de Rusia sobre Ucrania, ya que se reúnen masivamente el armamento y las tropas en su frontera. La ocupación de Donbás y Crimea ha demostrado que la Federación Rusa -violando la soberanía nacional y la integridad territorial de Ucrania- desprecia las normas vinculantes del derecho internacional”, se lee en el llamamiento.
Los prelados señalan que “hoy en día, la búsqueda de alternativas a la guerra para resolver los conflictos internacionales ha llegado a ser una necesidad urgente, ya que el poder aterrador de los medios de destrucción está ahora en manos incluso de las potencias medianas y pequeñas, y los lazos cada vez más fuertes que existen entre los pueblos de toda la tierra hacen difícil, si no prácticamente imposible, limitar los efectos de cualquier conflicto”.
“Basándonos en la experiencia de las generaciones anteriores, hacemos un llamamiento a los gobernantes para que se abstengan de la hostilidad. Animamos a los dirigentes a abandonar inmediatamente la vía del ultimátum y la utilización de otros países como moneda de cambio. Las diferencias de intereses no deben resolverse mediante el uso de las armas, sino mediante acuerdos. La comunidad internacional debe unirse en solidaridad y apoyar activamente, de todas las formas posibles, a la sociedad en peligro”, suscriben los obispos de Polonia y Ucrania.
Asimismo, recuerdan que los regímenes totalitarios del siglo XX, desconociendo la autoridad de Dios, trajeron al mundo la trágica experiencia de las guerras y del terror político. “En nombre de falsas ideologías, naciones enteras fueron condenadas a la aniquilación, se violó el respeto a la dignidad humana y la esencia del ejercicio del poder político se redujo a la sola violencia. También hoy queremos dejar claro que toda guerra es una tragedia y nunca podrá ser un medio adecuado para resolver los problemas internacionales. Nunca ha sido ni será una solución adecuada porque genera nuevos y más graves conflictos”, añadieron.
El mensaje remite, por otra parte, a las palabras del papa san Pablo VI, que en su discurso en la Sesión de 1978 de la Conferencia de Desarme de la ONU calificó la guerra como “medio sumamente irracional y moralmente inaceptable para ajustar las relaciones entre los Estados”. Y también hace referencia a la oración de san Juan Pablo II: “Padre, concede a nuestro tiempo días de paz. ¡Nunca más la guerra! Amén”.
“La cultura judeocristiana se fundamenta en los valores de la fe, la esperanza y el amor, así como en la verdad, la belleza y la bondad, sin los cuales no puede haber ni habrá un futuro pacífico duradero. La situación actual exige que los cristianos de tradición oriental y occidental asuman su plena responsabilidad por el presente y el futuro de nuestro continente y estén dispuestos a hacer sacrificios en defensa de las comunidades de la familia, la nación y el Estado”, señalaron los obispos de Polonia y Ucrania. Igualmente, subrayaron que, según el Catecismo de la Iglesia Católica, “las acciones deliberadamente contrarias al derecho de gentes y a sus principios universales, como asimismo las disposiciones que las ordenan, son crímenes”.
El llamamiento ha sido firmado por arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana; arzobispo Stanisław Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal Polaca; arzobispo Mieczysław Mokrzycki, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Ucraniana; monseñor Eugeniusz Popowicz, metropolitano de Przemysl – Varsovia de la Iglesia greco-católica de Polonia; monseñor Nil Luszczak, administrador apostólico Sede Vacante Eparquía de Mukachevo, Iglesia católica de rito bizantino-ruteno de Ucrania.
Preocupación del Papa Francisco
El Papa Francisco, por su parte, durante el rezo del Ángelus del domingo, se refirió a las preocupantes tensiones en la frontera entre Ucrania y Rusia y pidió a las personas de buena voluntad que recen por la paz este miércoles 26 de enero.
“Sigo con preocupación el aumento de las tensiones que amenazan con infligir un nuevo golpe a la paz en Ucrania y cuestionan la seguridad en el continente europeo, con repercusiones aún más amplias. Hago un sentido llamamiento a todas las personas de buena voluntad, para que eleven oraciones a Dios omnipotente, para que cada acción e iniciativa política esté al servicio de la fraternidad humana, más que a los intereses de las partes. Quien persigue sus propios fines en detrimento de los demás, desprecia su propia vocación de hombre, porque todos hemos sido creados hermanos. Por esto y con preocupación, dadas las tensiones actuales, propongo que el próximo miércoles 26 de enero sea una jornada de oración por la paz”, fueron las palabras del Santo Padre.