“Toda persona merece estima y reconocimiento de su dignidad, por su condición de ser humano e hijo de Dios, por ser ciudadano libre, sujeto de derechos y deberes. En consecuencia, todo cubano debería poder expresar y compartir libremente y con respeto, sus opiniones personales, su pensamiento o sus convicciones, incluso cuando disienta de la mayoría”, declaran los obispos de Cuba.
En un mensaje difundido el 11 de noviembre, al finalizar su 158 Asamblea Plenaria en La Habana, los obispos de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) se han referido a la situación de tensión que atraviesa el país.
Marcha Cívica por el Cambio en Cuba
Tal y como informa Holguín Católico, este mensaje llega cuatro días antes de una anunciada marcha pacífica el 15 de noviembre en varias ciudades de la Isla, la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba, considerada ilegal por el Gobierno. Los organizadores de la marcha exponen que su objetivo es pedir la liberación de los presos políticos en Cuba y el cese de la violencia represiva del régimen y han insistido en rechazar manifestaciones violentas.
Las palabras de los obispos cubanos remarcan que “todo cubano debería poder expresar y compartir libremente y con respeto, sus opiniones personales, su pensamiento o sus convicciones, incluso cuando disienta de la mayoría” y constatan en las últimas semanas, “el aumento de un clima de tensión y confrontación que no es saludable ni beneficia a nadie”.
Los prelados condenan todo acto de violencia ya sea física, verbal o sicológica, porque “hiere gravemente el alma de la nación cubana y contribuye todavía más al pesar, al sufrimiento y a la tristeza de nuestras familias”. Además, reafirma que la violencia contradice la voluntad de Dios.
Proyecto de nación sin exclusión
Del mismo modo, los obispos subrayan la urgencia de que los cubanos puedan implicarse “en un proyecto de nación que involucre y motive a todos; que tenga en cuenta las diferencias, sin exclusiones ni marginaciones”.
El texto habla también de la necesidad de que existan “mecanismos donde, sin temor a intimidación y represalias, toda persona pueda ser escuchada y se encaucen las insatisfacciones ante las duras realidades cotidianas que agobian a tantos, especialmente a los más empobrecidos y vulnerables”. Asimismo, consideran imprescindible “la implementación de los cambios necesarios, tan largamente deseados, que favorezcan una vida digna y feliz para todos los hijos, aquí, en esta tierra nuestra”.
Diálogo para lograr la paz y reconciliación
Los obispos exhortan una vez más a todos “a que no escatimemos esfuerzos para que se allanen los caminos del entendimiento, la reconciliación y la paz; de tal modo que las diversas propuestas sobre el destino presente y futuro de nuestro país, encuentren un ámbito de cordura, tolerancia y concordia, y se establezca un diálogo armónico y civilizado en el cual se puedan encontrar las mejores soluciones a los problemas que nos atañen”.
Finalmente, encomiendan a la Virgen de la Caridad del Cobre, Madre y Patrona de Cuba “esta hora difícil de la historia de nuestra nación, para que la luz que brota de la paz y del amor, prevalezca sobre los nubarrones del odio y de la enemistad”.
Asamblea de carácter electivo
De acuerdo al citado medio, la 158 Asamblea Plenaria de los obispos cubanos, celebrada del 8 al 11 de noviembre de 2021, ha sido de carácter electivo para la Presidencia y el Comité Permanente de la COCC, así como algunas Comisiones. De este modo, Mons. Emilio Aranguren Echeverría, obispo de Holguín, ha sido renovado en su cargo de presidente
Asimismo, fueron elegidos en los siguientes cargos: vicepresidente, Mons. Arturo González Amador, Obispo de Santa Clara; secretario general, Mons. Juan de Dios Hernández Ruiz, obispo de Pinar del Río. Son también miembros de Comité Permanente el cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, arzobispo de La Habana y Mons. Juan Gabriel Díaz Ruiz, obispo de Ciego de Ávila.
