En un comunicado titulado “¡No nos dejemos robar la esperanza!”, los obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia exponen que frente a los momentos de incertidumbre que vive actualmente el país, que atraviesa desde hace meses un contexto de polarización política y conflictividad social, es importante no tener miedo y caminar juntos a pesar de las tormentas.
“Las verdaderas soluciones no se imponen; por el contrario, nos necesitamos unos a otros, para restablecer el rumbo de la vida hacia los demás, aportando cada quien desde sus capacidades y talentos: instituciones, sociedad civil y cada persona”, indican los prelados.
Asimismo, advierten del dolor de patria que sienten por el sufrimiento de tantas familias, de enfermos, de aquellos que pasan hambre perdiéndolo todo, la falta de esperanza de los jóvenes a un futuro mejor y de quienes han sido violentados en sus derechos. Ante esta realidad, invitan “volver la mirada al Señor de la vida, a sentir el abrazo íntimo de su misericordia, y la exigencia de seguir construyendo juntos el proyecto de una nación equitativa e incluyente”.
Por otra parte, en su comunicado los obispos remarcan, el daño que hace seguir profundizando por los caminos del odio y la división: “El esfuerzo por superar lo que nos divide sin perder la identidad de cada uno, supone que en todos permanezca vivo un básico sentimiento de pertenencia; porque nuestra sociedad gana cuando cada persona, cada grupo social, se siente verdaderamente de casa” (Fratelli Tutti 2. 30).
Finalmente, piden unirse en oración para que “Dios dé la gracia de transformar este momento de coyuntura, en historia de salvación para todos”.
El texto fue firmado por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal; monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal y monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal.