Los obispos de Burkina Faso recuerdan que “la autoridad es un servicio para el bien común” después de que en la noche del domingo 23 al lunes 24 de enero, un golpe de estado militar derrocara al gobierno civil. Este hecho ha sido condenado por la comunidad internacional y corre el riesgo de dejar a Burkina Faso en el aislamiento, incluso económico.
En un comunicado recibido por la Agencia Fides se lee que “tras la reunión, por iniciativa de las actuales autoridades de Burkina Faso, con varios líderes religiosos, el miércoles 26 de enero de 2022, para explicar las razones que motivaron su acción el 24 de enero, los obispos de Burkina Faso tomamos nota de los cambios que se han producido”.
“Estos cambios bruscos e inconstitucionales no están exentos de problemas”, indican los prelados. “Si el reto de la seguridad es la primera motivación de estos acontecimientos, también hay que abordar otros, como el retorno de los desplazados a sus hogares, la reconciliación nacional, los retos económicos y muchos otros que requieren la participación de todos”.
De acuerdo a Fides, los militares que han tomado el poder culpan al gobierno civil de no tener una estrategia adecuada para luchar contra el terrorismo yihadista que lleva años haciendo estragos en zonas cada vez más amplias del país, y de no haber dotado a las fuerzas de seguridad de los medios adecuados para hacer frente a este desafío.
Por otro lado, como recuerdan los obispos, la inseguridad ha obligado a cerca de 1 millón y medio de personas a desplazarse internamente, mientras que la economía nacional se ve gravemente afectada por la violencia y la crisis pandémica.
Los obispos remarcan que “la autoridad es un servicio para el bien común” y que, por tanto, “las nuevas autoridades deben ocuparse de la organización adecuada para satisfacer las profundas aspiraciones de nuestro pueblo. Les instamos a que garanticen a los detenidos su seguridad, integridad física y dignidad”.
“Ante la novedad de la situación nacional y los legítimos interrogantes recíprocos, no podemos sino invitar insistentemente a la oración para pedir a Dios que nos ilumine y nos dé su Espíritu de sabiduría, para que podamos avanzar hacia una salida definitiva de la crisis y una paz duradera”, exponen los obispos.
Finalmente, pide a la “Santísima Virgen María, Reina de la Paz, y a san José, protector de la Iglesia Universal, que acompañen a nuestro país con su poderosa intercesión en la búsqueda de la reconciliación, la justicia y la paz verdadera”.