Ayer, viernes 18 de noviembre de 2022, tuvo lugar una reunión entre los responsables de varios Dicasterios de la Curia y 62 obispos de la Iglesia Católica en Alemania presentes en el Vaticano con motivo de la visita ad Limina.
De acuerdo a un comunicado conjunto de la Santa Sede y la Conferencia Episcopal de Alemania, el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin expresó “las preocupaciones que el Camino Sinodal (en Alemania, ndr) plantea, señalando el riesgo de ‘reformas de la Iglesia y no en la Iglesia’”.
Camino sinodal alemán
Es preciso indicar que el país alemán inició hace unos años este camino sinodal en el que en los documentos de trabajo avanzan propuestas como la ordenación sacerdotal de mujeres, el celibato voluntario para sacerdotes y cambios en la moral sexual.
Respuesta anterior del Vaticano
El pasado mes de julio, la Santa Sede se pronunció sobre el “Camino sinodal” de la Iglesia en Alemania, precisando que este “no tiene potestad para obligar a los obispos y fieles a adoptar nuevas formas de gobierno y nuevas aproximaciones a la doctrina y la moral”.
En un comunicado, el Vaticano explicó que “no sería lícito iniciar nuevas estructuras oficiales o doctrinas en las diócesis, antes de un acuerdo acordado a nivel de la Iglesia universal, lo que representaría una herida a la comunión eclesial y una amenaza a la unidad de la Iglesia”.
Inquietudes y reservas
En este sentido, durante la reunión celebrada ayer, los informes teológicos de los cardenales Luis Francisco Ladaria, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y Marc Ouellet, prefecto del Dicasterio para los Obispos, “abordaron con franqueza y claridad las inquietudes y reservas sobre la metodología, el contenido y las propuestas del Camino Sinodal, proponiendo, en beneficio de la unidad de la Iglesia y de su misión evangelizadora, que las peticiones surgidas hasta ahora se incluyan en el Sínodo de la Iglesia universal”.
“En esta perspectiva de intercambio abierto y fraternal, se presentaron algunas propuestas, como la de aplicar una moratoria al Camino Sinodal alemán, que no encontró espacio, y la de fomentar una mayor reflexión y escucha mutua a la luz de las perplejidades surgidas”, expresa el comunicado conjunto.
Escucha mutual y diálogo
Asimismo, el cardenal secretario de Estado “expresó su agradecimiento por el debate, que no fue formal, sino necesario y constructivo, y que ‘no puede ser ignorado’ en el proceso en curso”.
Finalmente, “se acordó que la escucha mutua y el diálogo deben continuar en los próximos meses, para que puedan contribuir al enriquecimiento del Camino Sinodal alemán y del Sínodo de la Iglesia universal”.
A continuación, sigue el texto completo del comunicado.
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Este viernes, 18 de noviembre, se ha celebrado una reunión interdicasterial en el Instituto Augustinianum, en Roma, al que asistieron, junto con los responsables de algunos Dicasterios de la Curia Romana, los 62 obispos de la Iglesia Católica en Alemania presentes en Roma para la Visita ad Limina Apostolorum.
La reunión estaba prevista desde hace tiempo como una oportunidad para reflexionar juntos sobre el Camino del Sínodo en Alemania convocado para reaccionar ante los casos de abusos sexuales a menores por los clérigos.
La reunión fue moderada por el cardenal secretario de Estado, Su Eminencia Pietro Parolin, quien, al introducir el encuentro, recordó el vínculo de comunión y amor que une a los Obispos entre sí y con el Sucesor de la Iglesia de Pedro y, subrayando la importancia del encuentro como un momento de compartir y de gracia, de unidad en las diferencias, mencionó las preocupaciones que el Camino Sinodal plantea el viaje, señalando el riesgo de “reformas de la Iglesia y no en la Iglesia”.
En su discurso introductorio, Su Excelencia Mons. Georg Baetzing, obispo de Limburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, ofreció una lectura de los trabajos del Camino Sinodal Alemán, y destacó su espíritu, basado en la escucha del Pueblo de Dios y sobre el dolor por los abusos cometidos por los miembros del clero. El obispo Baetzing también enumeró los temas discutidos en las asambleas: Poder y división de poderes en la Iglesia -Participación común y Planificación misionera; La vida sacerdotal hoy; La mujer en los ministerios y cargos de la Iglesia; Vivir en relaciones que funcionan – Vivir el amor en la sexualidad y la pareja. Finalmente, Su Excelencia expresó su aprecio por el trabajo del Sínodo convocado por el Santo Padre para toda la Iglesia y la decisión de prolongar su tiempo.
A continuación, los informes teológicos de los cardenales Luis Francisco Ladaria, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y Marc Ouellet, prefecto del Dicasterio para los Obispos, abordaron con franqueza y claridad las inquietudes y reservas sobre la metodología, el contenido y las propuestas del Camino Sinodal, proponiendo, en beneficio de la unidad de la Iglesia y de su misión evangelizadora, que las peticiones surgidas hasta ahora se incluyan en el Sínodo de la Iglesia universal.
Numerosos obispos alemanes y representantes de la Curia participaron en el posterior diálogo abierto. Así, surgió la importancia y también la urgencia de definir y profundizar en algunas de las cuestiones destacadas, por ejemplo, las relativas a las estructuras de la Iglesia, el ministerio sagrado y el acceso a él, la antropología cristiana, etc. Al mismo tiempo, hubo una plena conciencia por parte de todos de que están en camino con todo el santo y paciente Pueblo de Dios, incluso en la confrontación entre diferentes posiciones. Precisamente en este sentido, muchas intervenciones señalaron la centralidad de la evangelización y la misión como objetivo último de los procesos en curso, así como la conciencia de la indisponibilidad de ciertos temas.
En esta perspectiva de intercambio abierto y fraternal, se presentaron algunas propuestas, como la de aplicar una moratoria al Camino Sinodal alemán, que no encontró espacio, y la de fomentar una mayor reflexión y escucha mutua a la luz de las perplejidades surgidas.
Para concluir, el cardenal secretario de Estado expresó su agradecimiento por el encuentro, que no fue formal, sino necesario y constructivo, y que “no puede ser ignorada” en el proceso en curso.
Se acordó que la escucha mutua y el diálogo deben continuar en los próximos meses, para que puedan contribuir al enriquecimiento del Camino Sinodal alemán y del Sínodo de la Iglesia universal.