El Papa Francisco ha nombrado nuevo prefecto del Dicasterio para los Obispos (el organismo del Vaticano que designa a los obispos en todo el mundo) a Mons. Robert Prevost, actual obispo de Chiclayo, Perú, agustino y misionero.
Al mismo tiempo, el Santo Padre ha designado a Mons. Prevost como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL). De este modo, Francisco le otorga a Mons. Prevost el título de arzobispo – obispo emérito de Chiclayo.
El Papa aceptó previamente la renuncia presentada, por límite de edad (a partir de los 75 años), por el cardenal Marc Ouellet de los cargos de prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la CAL.
Mons. Prevost tomará posesión de estos dos importantes cargos el próximo 12 de abril de 2023.
Dicasterio para los Obispos
El propio cardenal Ouellet en abril de 2021 explicó a Vatican News que “cada 3 años los obispos metropolitanos elaboran una lista de promovendis, es decir, una lista de presbíteros que podrían ser aptos para el oficio episcopal, según las indicaciones de los obispos de la metrópoli. La Nunciatura examina estas candidaturas a través de un proceso de consulta con el pueblo de Dios, que tiene la característica de la máxima confidencialidad. En el proceso de consulta se pide estricta confidencialidad a las personas consultadas para garantizar la veracidad de la información y, sobre todo, para proteger la reputación de la persona estudiada. Una vez identificados los mejores perfiles para atender las necesidades del momento, los transmite a la Santa Sede. Ella, a través de la Congregación para los Obispos, examina las candidaturas a la luz de los criterios generales y, con la ayuda de una asamblea de miembros designados por el Santo Padre, actualmente 23 cardenales y obispos de todo el mundo, realiza la evaluación final que será ofrecida al Papa para su decisión definitiva”.
“La tarea que la Iglesia confía a este dicasterio es la de ayudar al Santo Padre a decidir. El nuestro es, pues, un discernimiento previo. En cuanto a esta ‘primera etapap, puedo resumir esta enorme trabajo en tres verbos: orar, consultar, verificar. Orar: la oración como primera y última acción, como acto inicial y final de confiar nuestras intenciones al Padre Celestial; no es casualidad que al centro de las oficinas de la Congregación esté la Capilla con el Santísimo Sacramento. Cada vez que caminamos por los pasillos, nos encontramos ante esta misteriosa Presencia a la que hay que remitir toda acción. Consultar: la fase preparatoria de la que nos ocupamos llega a su punto álgido después de un intenso trabajo con método sinodal: consultas al pueblo de Dios, a los nuncios, a los miembros de la Asamblea Plenaria; es la síntesis de todo ello lo que llega a la mesa del Papa. Verificar: es decir, intentar llegar a la mayor certeza posible de que la persona identificada tenga las características requeridas”, describió el purpurado.
Mons. Robert Prevost
De acuerdo a la Conferencia Episcopal Peruana, nació el 14 de Setiembre de 1955 en Chicago (Illinois, Estados Unidos). De los 18 hasta los 22 años, estudió en Villanova University (Pennsylvania). El 1 de Setiembre de ese mismo año ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín (O.S.A.).
El 29 de agosto de 1981, profesó los votos solemnes. Durante aquellos años estudió, en la Catholic Theological Union (Chicago), llegando a graduarse con el título de Master of Divinity (Teología), con mención en Misión Intercultural (1982). En 1987, obtuvo el grado de doctor en Teología.
En 1988, fue enviado a la misión de Trujillo, para ser el director del proyecto de formación común de los aspirantes agustinos de los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí se desempeñó como prior de la Comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y maestro de profesos (1992-1998).
Tras esos 11 años en Trujillo, regresó a los Estados Unidos porque fue elegido (en 1999) prior provincial de su Provincia “Madre del Buen Consejo” (Chicago). Después de dos años y medio, el Capítulo General Ordinario lo eligió prior general, ministerio que la Orden le volvió a confiar en 2007. De esta manera, fue responsable de los procesos de planificación y dirección de la orden agustina a nivel mundial.
El Papa Francisco lo nombró, el 3 de noviembre de 2014, administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo (Perú), elevándolo a la dignidad episcopal como obispo titular de Sufar. El 7 de noviembre tomó posesión canónica de la diócesis. Fue ordenado obispo de Chiclayo el 12 de diciembre de 2014.
El 15 de abril de 2020, el actual Pontífice lo nombró administrador apostólico de la diócesis del Callao.
En la Santa Sede, Monseñor Prevost es miembro de la Congregación para los Obispos y de la Congregación para el Clero.