Ayer, 8 de agosto de 2021, solemnidad de santo Domingo de Guzmán, el cardenal Leopoldo José Brenes presidió la Eucaristía e impartió la Bendición Papal concedida por el Papa Francisco con ocasión del Jubileo por los 800 años de la muerte de dicho santo, patrono popular de la arquidiócesis de Managua, Nicaragua.
El pasado mes de julio, el cardenal Brenes, arzobispo de Managua, dio a conocer que, debido a la situación de la pandemia y las mutaciones del virus de la COVID-19, que están “causando angustia, dolor, y muerte entre nosotros”, en la arquidiócesis de Managua tomaron la decisión de suspender todas las procesiones y actividades religiosas que impliquen la aglomeración de personas. La medida la dio a conocer por medio de una circular, indicando que para tomar esta determinación escucharon y valoraron diversas opiniones sobre todo de los especialistas de Salud.
Celebración sin bendición de la Iglesia
“Hoy podríamos preguntarnos cuáles son nuestros intereses en buscar al Señor, en celebrar a nuestros santos patronos”, dijo el cardenal Brenes en la Misa del domingo 1 de agosto, transmitida desde su casa por la pandemia, informó la Agencia Fides. El purpurado se refería a la celebración de la fiesta de santo Domingo por Guzmán, organizada por la Alcaldía de Managua, en las calles de la capital sin la bendición de los representantes de la Iglesia.
A pesar de ello, el pasado 3 de agosto, el alcalde de Managua anunció que se haría cargo de la celebración sin el beneplácito católico, con una imagen sustituta de santo Domingo. Esto sucede a tres meses de las elecciones generales en las que el presidente Daniel Ortega busca una nueva reelección.
La tensión entre el Gobierno y la Iglesia Católica ha crecido debido a los ataques del presidente Ortega contra obispos y sacerdotes, pero, según la citada fuente como afirma Mons. José Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la sede vacante de la diócesis de Estelí:“El Miedo no viene de Dios. Vivimos en la libertad de los hijos de Dios, por eso, seguimos adelante con nuestra labor pastoral y nuestra misión evangelizadora y sin miedo”.
Fiesta grande y popular
Del 31 de Julio al 10 de agosto, tradicionalmente, Managua, celebra sus fiestas patronales en honor a santo Domingo de Guzmán, una de las fiestas más grandes y populares en Nicaragua.
La celebración religiosa en honor a dicho santo, antes de la llegada de la pandemia de la COVID-19, contaba con miles de devotos que en la madrugada de cada 1 de agosto viajan al templo en honor al santo en el sureste de Managua, para participar en la peregrinación anual más grande de Nicaragua. Esta se extiende durante más de 10 kilómetros durante el día hasta el centro histórico de la capital nicaragüense.
El objetivo de la peregrinación es trasladar la pequeña imagen de santo Domingo de Guzmán, de unos 18 centímetros de altura, a una parroquia que lleva su nombre en la vieja Managua, donde permanece. La música filarmónica establece el tono festivo y los creyentes bailan a medida que avanzan hacia el norte de Managua, alrededor de la imagen, que es sacudida por los cargadores, como un símbolo de alegría.
Los católicos participan en la peregrinación, que paga las promesas a santo Domingo de Guzmán por los milagros recibidos, como salvarlos de una enfermedad mortal, liberarlos de un momento de peligro o de una situación precaria.