La Comisión de Justicia y Paz de la arquidiócesis de Managua, Nicaragua, expresó este jueves, 15 de abril de 2021, en un comunicado su preocupación por la profundización de la pobreza y la violencia en el país, principalmente por la violencia institucional derivada de leyes que facilitan las condenas selectivas.
“Vemos cómo aumenta la delincuencia común y la violencia institucionalizada acompañada de leyes punitivas que no solucionan estos problemas y más bien conducen a condenas selectivas”, expresan en su mensaje.
En el documento enviado a esta redacción también señalan su preocupación por “el desempleo, la carestía de la vida, los bajos salarios y la profundización de la pobreza que está a la vista”.
La Iglesia Católica de Nicaragua ha defendido su misión profética y pastoral de no mantenerse al margen de los grandes problemas que impactan a la sociedad. Tras el inicio de la crisis social y política del año 2018, se implicó en el acompañamiento y acogida de las víctimas de la represión.
También actuó como mediadora y testigo del diálogo propuesto para resolver la crisis, pero que fue roto por el orteguismo. No ha escapado al ambiente de tensión y violencia sobre la que alertan los miembros de la Comisión de Justicia y Paz de la arquidiócesis de Managua.
Crisis continua cada día
Mientras la arquidiócesis de Managua plantea en su mensaje pastoral estas dificultades para el desarrollo del país, Alberto Miranda, periodista del medio digital Literal-Periodismo Ciudadano denunció que fue agredido por la Policía Nacional, después de brindar cobertura a la protesta del pintor y poeta Henry Aguilar.
En la denuncia publicada por Miranda, expresó que “tres paramilitares de civil, con casco y en motocicletas, se detuvieron a la orilla de la patrulla y se dirigieron al periodista con insultos y exigiendo su celular”.
Después de rodearlo, golpearlo e insultarlo, y mientras trataban de borrar imágenes del celular, llegó una Hilux gris de vidrios polarizados, de donde bajó un comisionado policial que Miranda reconoció dirigiendo las requisas y tomando fotos en las afueras del Holiday Inn.
Por su parte la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), emitió una alerta ante la campaña de hostigamiento de parte de fanáticos del Gobierno de Daniel Ortega contra Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), por ejercer su derecho a la vacuna contra el COVID-19 en Nicaragua.
El organismo internacional con sede en Ginebra, Suiza, expresó al Gobierno de Nicaragua su preocupación “frente al hecho de que estos ataques virtuales puedan poner en riesgo la vida e integridad de la señora Núñez de Escorcia”.
El pasado 8 de abril, la defensora de 82 años, acudió a una unidad de salud para vacunarse contra el coronavirus. “Mientras la vacunaban, unas personas desconocidas le tomaron fotos sin su consentimiento, que posteriormente fueron publicadas en páginas sandinistas en las redes sociales Facebook y Twitter, provocando reacciones virulentas”, denunció la FIDH.
Desde entonces ha sido víctima de ataques virtuales de seguidores de Daniel Ortega que la critican por vacunarse cuando ha sido una de las voces que más ha denunciado la respuesta estatal a la pandemia.