Nicaragua: Obispos consagran país al Inmaculado Corazón de María

En la fiesta de la Asunción

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Consagración al Inmaculado Corazón de María en Nicaragua © Diócesis de Matagalpa

Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua renovaron, cada uno en su diócesis, la consagración del país al Inmaculado Corazón de María, en la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, el domingo 15 de agosto de 2021.

Cardenal Brenes pide diálogo y tolerancia

El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, rogó por diálogo y tolerancia, durante su homilía en la Misa dominical, sin aludir directamente a las recientes acciones del régimen de Daniel Ortega en detrimento de las libertades y la democracia en el país, dijo que el país vive “momentos bastante difíciles”.

“Nuestra patria está viviendo momentos bastante difíciles, ya sea a nivel político, a nivel social, a nivel económico, a nivel de las familias, a nivel internacional”, expuso, y agregó que “en estos momentos de incertidumbre. Toma a Nicaragua entre tus manos y acógenos en tu corazón. Ayúdanos a saber dialogar entre nosotros, a luchar por la dignidad de todos los seres humanos, a no dejar de tener hambre y sed de justicia, a ser hombres y mujeres tolerantes y constructores de paz”, dijo el cardenal.

El veneno de la opresión se extingue con la oración

Por su parte el obispo de la diócesis de Granada monseñor Jorge Solorzano expresó que “el veneno del pecado, del odio, de la injusticia, la opresión, se extingue con la oración en el silencio de la confianza y la esperanza”.

Agregó además que la Virgen “María anima nuestra esperanza y nuestro compromiso para transformar este mundo, para convertir en realidad el deseo de Jesús: un lugar de fraternidad, donde todos tengamos un puesto en la mesa que nos ha preparado Dios”.

74 años de devoción y piedad

© Asunción de María en el Santuario Diocesano de San Francisco de Asís de Léon, Nicaragua

La diócesis de León, en el occidente de Nicaragua, celebró la Gritería Chiquita, que tiene su origen en 1947 ante las erupciones del volcán Cerro Negro. Mons. Isidro Augusto Oviedo y Reyes en ese entonces, convocó al pueblo de León a que se unieran en oración a María y pongan Altares con su imagen pidiendo por la culminación de las erupciones, celebrando una Purísima de penitencia, entregando como gorra, estampitas de la Virgen.

74 años después, monseñor René Sándigo presidio la Eucaristía y posteriormente dio el tradicional grito, poniendo ante la imagen de la Virgen las intenciones de las familias y orando por las víctimas de la pandemia del Covid-19.

Basta de palabras que dividen y hieren

El obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua, Mons. Silvio Báez, exiliado en Estados Unidos, clamó este domingo para que en Nicaragua cese el autoritarismo irracional que pretenden imponer el gobierno de Ortega-Murillo, así como las acciones represivas que impiden la libertad de expresión y atropellan los derechos humanos.


“Basta de palabras de odio que dividen y hieren. Basta de autoritarismos irracionales que pretenden crear sociedades de pensamiento único, donde disentir es un delito. Basta de acciones represivas que impiden la libertad de expresión y atropellan los derechos humanos. Una sociedad no se puede construir sobre el irrespeto y el despojo de la dignidad y la libertad de las personas, ni sobre agresiones y allanamientos”, expuso el prelado.

Un pueblo capaz de resurgir hasta de las cenizas

Por su parte, el obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí Sede Vacante, monseñor Rolando Álvarez, expresó desde la parroquia de la Asunción en Ocotal, al norte del país que “somos un pueblo que somos capaces de resurgir hasta de las cenizas porque la libertad viene del pueblo, no es una dádiva ni regalo de nadie, ni es algo que pueda quitar ni el poder ni la explotación”.

“Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado y del poder de su Mesías. Hoy cántanos con María: proclama mi alma la grandeza del Señor, se ha alegra mi espíritu en Dios mi salvador… porque derriba del trono a los poderosos y exalta a los humildes… acordándose de su Misericordia en ayuda de Israel su pueblo… en ayuda de Nicaragua su pueblo… Tu reinarás en nuestra Patria… Es de María la Nación”.

Asimismo, indicó que “Nicaragua vive momentos trágicos, de lucha encarnizada entre el bien y el mal que como el dragón infernal quiere acabar con todo lo que encuentra a su paso, que se enciende de furia y de ira, ante todo aquello que represente un signo de esperanza; es una fuerza descontrolada y aparentemente devastadora, infernal que con su cola quiere barrer con la historia, imperar e imponerse en la historia, cerrando toda puerta o ventana de esperanza. Sin embargo, hoy en la Solemnidad de la Asunción, como Ella, nuestra esperanza se levanta, se alza como el AVE Fénix y remonta el vuelo”.

La consagración al Inmaculado Corazón de María fue realizada dos días después de que el presidente Ortega declarara que “algunos curas son hijos del demonio”, en referencia al papel de la Iglesia en las protestas antigubernamentales de 2018.

Según reportes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), ese año los religiosos abrieron las puertas de sus parroquias para dar protección a las víctimas de los ataques armados de la Policía contra las manifestaciones. Además, el Episcopado lideró un diálogo nacional para superar la mayor crisis de la gestión de Ortega desde su vuelta al poder en 2007.