El Papa Francisco ha manifestado “también yo me arrodillo en las calles de Myanmar y digo: ¡Que cese la violencia!. También yo extiendo mis brazos y digo: ¡Que prevalezca el diálogo!”.
Al final de la audiencia general de este miércoles 17 de marzo de 2021, el Santo Padre ha dicho: “Una vez más y con mucha tristeza siento la urgencia de evocar la dramática situación en Myanmar, donde muchas personas, sobre todo jóvenes, están perdiendo la vida para ofrecer esperanza a su país”. La sangre, explica, “no resuelve nada. Prevalezca el diálogo”.
Llamamiento al diálogo y la armonía
En la audiencia general del pasado 3 de marzo, el Papa se refirió a las “noticias tristes de sangrientos enfrentamientos, con pérdidas de vidas humanas” que llegaron desde Myanmar y llamó la atención de las autoridades “para que el diálogo prevalezca sobre la represión y la armonía sobre la discordia”, y de la Comunidad internacional, “para que trabajen de modo que las aspiraciones del pueblo de Myanmar no sean sofocadas por la violencia”.
Igualmente, Francisco expresó su “cercanía espiritual” al pueblo del país asiático, además de su oración y afecto, tras la oración del Ángelus del domingo 7 de febrero de 2021 desde el balcón del Palacio Apostólico en la plaza de San Pedro.
“En estos días sigo con viva preocupación el desarrollo de la situación que se ha creado en Myanmar, país que, desde mi visita apostólica de 2017, llevo en el corazón con mucho afecto”, aclaró el Pontífice. En este momento “tan delicado”, prosiguió, “deseo asegurar nuevamente mi cercanía espiritual, mi oración y mi solidaridad al pueblo”.
“Ira y decepción”
El pasado 12 de marzo, Exaudi conversó en exclusiva con el cardenal Bo, arzobispo de Yangon, Myanmar, quien destacó que “en todo el país, el golpe de Estado provocó una enorme ira y decepción”. Añadió que “estallaron grandes protestas, organizadas por una generación de jóvenes expertos en tecnología que sacó a miles de personas a la calle. La vida se paralizó”.
“Tras un mes de grandes aglomeraciones, el ejército atacó el 28 de febrero y el 3 de marzo. Hasta ahora han muerto unas 54 personas, muchas de ellas muy jóvenes, lo que supone una gran tragedia. Un país donde las madres entierran a sus hijos es realmente un país herido. Todos necesitan convertirse a la humanidad, especialmente los que creen que están poniendo ‘orden’. Miles de personas están en las cárceles. En un mes todas las promesas de una gran nación se rompieron en pedazos. Nos queda mucho trabajo por hacer”, indicó el purpurado.
Enfrentamiento
Myanmar está saliendo de décadas de gobierno militar después de que el partido Liga Nacional para la Democracia de Aung San Suu Kyi ganara las elecciones de 2015 y posteriormente asumiera el poder. La minoría musulmana de los rohingyas está considerada por la ONU como una de las más perseguidas.
Según datos del Proyecto Arakan, organización humanitaria que defiende los derechos de los rohingyas, desde 2010, unos 100.000 miembros de la minoría han huido de Birmania (Myanmar) por mar. La violencia entre budistas radicales y rohingyas ha dejado, desde 2012, más de 200 muertos y 140.000 desplazados.
Recientemente, el golpe de Estado revirtió años de lento progreso hacia la democracia en Myanmar, tras cinco décadas de gobierno militar. Se produjo el 1 de febrero, el mismo día en que debía entrar en funciones un Parlamento recién elegido. El partido de la destituida líder Aung San Suu Kyi habría dirigido ese gobierno, pero en su lugar fue detenida junto con el presidente Win Myint y otros altos funcionarios.
Desde la toma de posesión, ha crecido un movimiento de protestas en ciudades de todo el país, y la respuesta de la junta se ha vuelto cada vez más violenta. La ONU dijo tener “información creíble” de que al menos 18 personas murieron y 30 resultaron heridas en todo Myanmar el domingo.
Con Deborah Castellano Lubov