Más de 100.000 firmas de más de 400 instituciones religiosas fueron recolectadas para la petición “Planeta sano, gente sana”, y presentadas por la delegación vaticana en la 26° Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).
Alrededor del mundo, los católicos se comprometieron a difundir este mensaje, especialmente aquellos que integran el Movimiento Laudato Si’. En Colombia se realizaron diversas propuestas, pero la principal fue motivada en redes sociales por defensores de la causa Laudato Si’: “Las firmas no van a dar sombra”, comentaron, incitando a realizar una plantación de árboles.
Lina Sedano, coordinadora del capítulo colombiano del MLS, compartió un testimonio de cómo se prepararon a nivel nacional para difundir la petición y dar visibilidad a la importancia de la COP que se está desarrollando en Glasgow.
¿Cómo trabajó el capítulo de Colombia en la junta de firmas para la petición “Planeta sano, gente sana”?
Como capítulo Colombia se han adelantado actividades en diferentes frentes. Por un lado, se inició convocando a influencers de Instagram para compartirles la campaña y que la difundieran en sus redes.
Además, se realizaron dos jornadas de firmatones en diferentes ciudades y parroquias lideradas por nuestro equipo coordinador, los animadores diocesanos en formación, animadores y otras comunidades religiosas. Con esta experiencia nos dimos cuenta de que las firmas en físico eran muy importantes y la forma más rápida para recogerlas. Igualmente se promovieron actividades entre los animadores Diocesanos en formación y los que hacían parte de instituciones educativas.
Entre los comentarios, empezaron a aparecer personas que nos decían que por qué en vez de firmas, sembrábamos árboles si realmente queríamos contribuir a la biodiversidad.
Teniendo en cuenta las sugerencias y viendo la forma de recoger más firmas y ser más efectivos con la campaña, se nos ocurrió sembrar árboles para contribuir a la biodiversidad de nuestro país. Es así que, contactamos a la Corporación Vida Andina, quienes han estado pendientes del movimiento e hicimos un acuerdo con el fin de que por cada 100 firmas que entraran a la campaña, sembraremos una palma de cera, que es nuestro árbol nacional y hogar del loro orejiamarillo (una especie amenazada).
La campaña se ha movido entre los grupos ambientalistas de la región y se han recolectado cerca de 200 firmas de las más de 6700 que recogió el capítulo Colombia.
La campaña nos ha permitido tener un mayor alcance en redes como Facebook y darnos a conocer (con todos esos pros y contras que trae).
¿Cómo fue la repercusión de la gente en las comunidades locales? ¿Las personas comprenden la importancia de alzar la voz durante la COP26?
—Aún falta sensibilizar más a la población sobre la importancia de estas cumbres y de las decisiones que allí se toman. Como es algo tan global, las comunidades locales no se ven reflejadas en este tipo de eventos o no se difunde lo suficiente. Muchos no firman porque no creen que esta firma pueda generar cambios significativos.
El recoger firmas ha sido un gran reto como capítulo, porque estamos en época preelectoral y muchos dudan de que la campaña pueda ser efectiva. Sin embargo, ha sido muy importante el contar con la firma y la representación de las diferentes regiones de Colombia.
Cuéntanos sobre algún testimonio que les haya marcado durante esta campaña
Hicimos presencia en la huelga por el clima del pasado 24 de septiembre, para nosotros fue una grata sorpresa que se conociera la Laudato Si´ en ambientes seculares, en donde se animaron a firmar la petición, aún sabiendo que era liderada por un movimiento católico, les motivó que comunidades católicas se estuvieran movilizando en torno a estos temas.
Igualmente, a medida que tenemos más visibilización en Facebook, salen comentarios de personas que tienen ideas interesantes como sembrar árboles frutales (muy seguramente las tendremos presentes en un futuro), también tenemos nuestros “trolls”, que nos ayudan a trabajar en la paciencia y en la forma en cómo damos testimonio y comunicamos lo que hacemos.
Sobre la plantación de Palmas de Cera, ¿cómo planean realizarlo?
La palma de cera es nuestro árbol nacional y hogar del loro Orejiamarillo. La siembra de las palmas se realizará en los próximos meses. La idea es que cuando estén listas para sembrarse podamos hacer la campaña junto con la Corporación Vida Andina, encargados de liderar esta iniciativa en la zona (conocida como el eje cafetero), aprovechando la siembra. podremos sensibilizar a la comunidad católica para que no compren la palma de cera para el domingo de ramos, sino que utilicen otras alternativas.
Aunque ha disminuido la tala de esta palma para el domingo de ramos, en algunas regiones la siguen usando, afectando estas dos especies (la palma de cera y el loro orejiamarillo). Por ello, nuestra contribución a la biodiversidad del país, es sembrar y contribuir a la protección de esta especie amenazada y así poder ejercer los tres pilares de nuestro movimiento: la incidencia (campaña de las firmas), la reflexión (¿cómo aportar a la biodiversidad?) y la acción (sembrando).
Por último, lo que hemos aprendido en esta campaña es a escuchar, a entender lo que los demás esperan de nosotros como movimiento, como líderes de esta iniciativa, a desacomodarnos para buscar sumar más personas, a ser creativos para buscar otras alternativas si los planes no funcionan y a saber dar testimonio cuando salen a flote las personas que no están de acuerdo con lo que hacemos.
