La Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR) ha invitado en un mensaje a seguir “mirando el futuro con esperanza, contando con la fidelidad de Dios y la fuerza de su gracia, y con la suma sinodal de nuestros carismas, siendo luz allí donde la Vida Consagrada está presente”.
La CLAR ha enviado, en un comunicado difundido hoy martes 1 de febrero, un mensaje a los religiosos y las religiosas por la Jornada Mundial de Vida Consagrada que se celebrará mañana miércoles 2 de febrero.
Dar gracias por la multiplicidad de formas y carismas
“La Presidencia de la CLAR, unida a la XXVI Jornada Mundial de la Vida Consagrada, da gracias a Dios por la multiplicidad de formas y carismas”, ha dicho. En el comunicado también ha recordado que “todas/os somos hermanas/os convocadas/os a la ayuda mutua y al apoyo recíproco” y han expresado sus felicitaciones sinceras a quienes “con su vida entregada a tan noble vocación hacemos más alegre y esperanzador el caminar de muchas/os hermanas/os con nuestra oración, fidelidad, cercanía, amistad, creatividad y perseverancia en la vivencia del propio carisma”.
“Monjas/es, contemplativas/os, religiosas/os dedicadas/os al apostolado, miembros de los institutos seculares y sociedades de vida apostólica, vírgenes consagradas y eremitas con nuestra existencia damos testimonio del amor a Cristo en todos los campos de la vida eclesial y social”, han subrayado.
Desde la CLAR señalan que en “la cotidianidad vamos madurando hasta convertirnos en anuncio de un modo de vivir alternativo al del mundo y al de la cultura dominante”. Así, explican, “nuestro estilo de vida y la búsqueda del absoluto insinúa una terapia espiritual para los males de nuestro tiempo. Resulta muy significativa tanto la presencia activa de nuevas generaciones de personas consagradas que hacen viva la presencia de Cristo en el mundo y el esplendor de los carismas eclesiales, como la presencia escondida y fecunda de consagradas/os que conocen la ancianidad, la soledad, la enfermedad y el sufrimiento” (CIVCSVA, Caminar desde Cristo, 5-7).
Vivir con intensidad el tiempo presente
Del mismo modo la CLAR apunta a que “nos encontramos viviendo con intensidad el tiempo presente, abrazados por la incertidumbre e intentando generar respuestas a las tantas preguntas que nos rodean. Nos sentimos protagonistas de un tiempo que sacude nuestras seguridades, cuando las nuevas cepas emergen y se instalan haciendo sombra al camino. Nos sentimos buscadoras/es incansables de nuevos senderos por donde seguir avanzando, rutas que alarguen la mirada y nos regalen una renovada belleza del paisaje”.
Al mismo tiempo, “estamos estrenando y aprendiendo un nuevo modo de ser Iglesia, trazos sinodales que nos relanzan a recuperar la profecía, teniendo el Evangelio como única regla de vida”. De igual manera, “Seguimos decididamente caminando hacia la configuración de una Vida Religiosa con rostro Intercongregacional, Intercultural e Itinerante, guiados por un amor, siempre a estrenar, que nos transforma cotidianamente en discípulas/os misioneras/os en salida, en total disponibilidad para ir a donde el amor nos lleve”, han resaltado.
Práctica de la sinodalidad
En el comunicado, además han destacado que “en la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe se reconoció que la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) desde hace un largo tiempo está contribuyendo a generar una creciente mentalidad y práctica de sinodalidad en nuestra Iglesia”.
“Este reconocimiento confirma nuestro compromiso de crear las instancias para promover conversatorios entre nuestros obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos, para compartir, crear confianzas y desarrollar tareas en conjunto frente a los temas de vida, teniendo una sola alma y corazón orientado hacia Dios”, añaden.
Al final de su mensaje, la CLAR invita a que “sigamos mirando el futuro con esperanza, contando con la fidelidad de Dios y la fuerza de su gracia, y con la suma sinodal de nuestros carismas, siendo luz allí donde la Vida Consagrada está presente” y exhortan “¡Tenemos una gran historia para recordar y contar, y una gran historia que construir!” (VC, 110).