Mi carne es verdadera comida: Comentario P. Jorge Miró

Corpus Christi

© Cathopic

El padre Jorge Miró comparte con los lectores de Exaudi su comentario sobre el Evangelio de hoy, 11 de junio de 2023, titulado “Mi carne es verdadera comida”.

***

Celebramos hoy la solemnidad del Corpus Christi, que es la fiesta solemne y pública de la Eucaristía, sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

El Señor ha cumplido su promesa: Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos. En la Eucaristía, está presente el Señor, de una manera real. Y está presente porque lo necesitamos. Sin mí no podéis hacer nada, dice Jesús. Y ¡es verdad! Sin Él, nada podemos hacer.

Por eso, necesitamos la Eucaristía. La Eucaristía no es un adorno, ni un complemento del que podríamos prescindir. No. La Eucaristía es una necesidad.

Vivir la Eucaristía es vivir no solo el momento de la Comunión, sino vivir toda la vida en clave de misterio pascual. Es vivir toda la vida con el Señor.

Y vivir con el Señor no es solo ir a la Santa Misa o hacer un ratito de Adoración. Todo esto es necesario. Pero vivir toda la vida con el Señor es mucho más. También es escuchar su Palabra: no solo de pan vive el hombre… Es necesario acoger la Palabra y creer en ella. A través de la Palabra nos habla el Señor.

Vivir la Eucaristía es también vivir la fe no de una manera solitaria, sino en la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo. En una comunidad concreta. Y vivir el mandamiento nuevo del amor. Por eso, hoy celebramos el Día Nacional de Caridad. Una Eucaristía que no te lleve a amar al prójimo, al que el Señor ha puesto a tu lado, es una Eucaristía que no ha dado fruto.


Vivir el misterio pascual es también vivir cada día haciendo la voluntad de Dios, negándose a uno mismo y dejando las modas del mundo para seguir a Jesús.

Vivir el misterio pascual es tomar la cruz cada día. Vivir el misterio pascual también es vivir la presencia de Jesucristo Resucitado en medio de tu vida. Experimentar que no está solo, sino que el Señor, que te ama, está contigo todos los días y lo hace todo nuevo por el don de su Espíritu.

Y, entonces toda tu vida se vuelve eucarística. Puedes vivir no atrapado en la queja y en la murmuración, sino desbordado por la bendición y la alabanza. Puedes vivir como cantamos en el Salmo de hoy: Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión…

El día del Corpus se caracteriza por la tradición de llevar el Santísimo Sacramento en procesión. Al llevar la Eucaristía por las calles, queremos que Jesús camine por donde caminamos nosotros, que viva donde vivimos nosotros. Nuestro mundo, nuestra existencia debe transformarse en su templo.

Necesitamos participar en la Eucaristía todos los Domingos. El Domingo es el Día del Señor, día que hemos de consagrar y dedicar al Señor: es el día del descanso, del encuentro con el Señor en su Palabra y en la Eucaristía, de compartir el tiempo con la familia y con los amigos, de vivir la caridad, viviendo el mandamiento nuevo del amor.

Hemos de descubrir, también, la oración ante la Eucaristía, la visita a Jesucristo presente en el Sagrario. La adoración es fundamental en la vida cristiana, y la oración ante el Sagrario es un momento de especial intensidad y fuerza en la vida espiritual.