El XIX Encuentro de Catequistas Indígenas y Campesinos se celebrará en México del 21 al 24 de febrero de 2022 bajo el lema “Catequesis ayer, hoy y siempre”, informa ADN CELAM, sistema informativo del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Una fe poco comprometida, la ausencia de acompañamiento a los procesos, la pérdida de valores, la crisis de la familia, el individualismo y los efectos de una profunda crisis económica y laboral, son algunas de las características del medio en el se desarrolla el proyecto de catequesis indígena y campesina en México.
Es posible que, ante estas dificultades, la misión del catequista se sienta como un imposible, una labor casi heroica a la que pocos puedan aspirar sin desfallecer en el intento. Sin embargo, son estas realidades adversas las que se convierten en desafíos para los hombres y mujeres que, trabajando directamente con las comunidades, transforman los problemas en desafíos que merecen ser analizados y atendidos pensando en acompañar a niños y adultos a vivir un verdadero encuentro con Dios que les ayude a asumir con fe y serenidad estas realidades ante los cuales la práctica de los sacramentos enriquece y sostiene.
Una catequesis con identidad
Pensando en todo esto, se organiza el XIX Encuentro de Catequistas Indígenas y Campesinos. Una iniciativa liderada por la dimensión nacional para la nueva evangelización y catequesis del episcopado mexicano. El encuentro, de carácter virtual busca profundizar en la identidad de los procesos de catequesis para que sus representantes vivan con mayor conciencia su vocación como testigos de Cristo con la seguridad de acompañar a las comunidades en su camino de fe. Dentro de las actividades propuestas para el encuentro está el análisis del Motu Propio Antiquum Ministerium, la profundización en la identidad de la catequesis y la importancia de la sinodalidad en la Iglesia; así como las formas en las que se puede vivir la sinodalidad desde el ministerio de los catequistas.
Otro de los puntos centrales del encuentro será la revisión y posterior análisis de las encuestas sobre los procesos de catequesis en los pueblos indígenas y campesinos de México, actividad que hace parte de esa escucha activa que caracteriza los procesos sinodales y en el que estarán dispuestos a escuchar y analizar las inquietudes de los receptores del mensaje de los catequistas.
Responder a los desafíos
Desde 2016, el proyecto de catequesis indígena y campesina de México se ha preocupado por impulsar procesos que respondan a los retos de la nueva evangelización, partiendo del encuentro con Cristo, la palabra misericordiosa del Padre buscando que las familias sean protagonistas de la educación en la fe de sus miembros, adoptando la pedagogía de Santa María de Guadalupe.
Tomando como punto de referencia que las culturas campesinas e indígenas se están debilitando por diversos factores, se necesita la fuerza del Evangelio y la riqueza de sus valores para que la familia vuelva a evangelizar y se favorezca una formación integral para los agentes de pastoral que impulse una espiritualidad fuerte, siguiendo procesos y recibiendo el acompañamiento a la piedad popular que identifica a las comunidades mexicanas tanto indígenas como campesinas.
Solo así se podrá superar la peligrosa identidad de los cristianos de celebración sacramental carentes de un acompañamiento y sin las suficientes herramientas para usar medios innovadores para el desarrollo de planes y proyectos comunicativos que contribuyan a la catequesis con miras a la preparación de comunidades indígenas y campesinas dispuestas a vivir un discipulado misionero como fruto de la conciencia vocacional que ha de cultivarse en los espacios de catequesis.
La pedagogía de María
Así, la propuesta para los catequistas indígenas y campesinos de México es que asuman los agentes de pastoral adopten los rasgos de la pedagogía de la Guadalupana, que nos invita a saber tomar la iniciativa, propiciar la relaciones entre Dios y sus interlocutores, fomentar el diálogo, favorecer la identidad cultural y ayudar a los más necesitados.
Todo esto porque en la misión de los catequistas indígenas y campesinos de México urge mantener la integralidad del mensaje evangélico, crecer en la interpretación de la Palabra revelada y su comprensión, lo que implica aprender a vivir la fe en su dimensión comunitaria y evitando reducirla al ámbito privado e intimista.