La Iglesia de México rechaza la decisión de la Corte Suprema del país de despenalizar el uso recreativo de la marihuana en un comunicado difundido el 5 de julio de 2021 y titulado “Estén preparados”.
De acuerdo a Vatican News, el máximo tribunal de justicia de México, el pasado 28 de junio, emitió un fallo que despenaliza el autoconsumo lúdico de cannabis en México, esto es, para consumir, cultivar y llevar marihuana con propósitos recreativos, aclarando que su comercialización no es legal. Los adultos que quieran consumir marihuana para uso lúdico deberán pedir un permiso a la Secretaría de Salud para poder hacerlo.
Consecuencias personales, familiares y sociales
En la citada nota, monseñor Domingo Díaz Martínez, arzobispo de Tulancingo y responsable de la la Comisión Episcopal de Salud de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), advierte sobre las consecuencias personales, sociales, familiares y de seguridad que esta decisión traerá a la sociedad mexicana: “Depresión, aumento de la ansiedad, aumento en la tasa de suicidios, perdida de la memoria, desintegracion social y lo mas grave, la destruccion de la familia”. “Quienes vivimos con el pueblo prevemos con esta decisión más pobreza, más problemas familiares, más violencia, más dolor y más impunidad”, apunta.
“Vemos también que esta decisión, lejos de buscar el bien común, estará propiciando un mal común y ‘no atiende los daños a la salud surgidos por el consumo cada vez mayor de la marihuana, no atiende los efectos en las familias por los jóvenes que consumen drogas, tampoco contribuye a inhibir y reducir la exposición a sustancias estupefacientes’”, se lee en el texto.
“Caminar juntos, unidos y organizados”
Asimismo, el arzobispo reitera que, como Iglesia, “estamos en desacuerdo al uso indiscriminado de la sustancia sin indicación, como estamos en desacuerdo, al uso de antibioticos sin indicación médica”. Por ello, “hoy más que nunca, exhortamos a los padres, a los jóvenes, a los catequistas, a la pastoral juvenil y a los pastores a prevenir y trabajar por sembrar los valores del Reino en las nuevas generaciones, para no tener que lamentar después”.
De este modo, la CEM propone “caminar juntos, unidos y organizados” y llama a los padres a ”tomar en serio la educación en valores y virtudes, para que los hijos, tengan las armas necesarias para enfrentar esta y cualquier otra adversidad, estar al pendiente de ellos desde temprana edad, advirtiéndoles sobre los graves riesgos de caer en alguna adicción; acompáñenles, estén al pendiente de los amigos y ambientes que frecuentan”.
A los jóvenes el mensaje les exhorta “a no caer en las trampas de la adicción, piensen en la esclavitud, sufrimiento y pobreza a que les puede llevar. Se dice que esta resolución es para defender sus derechos, eso les dicen ahora, pero los dejarán solos el día de mañana con su tristeza, pobreza y dolor”.
En tercer lugar, el Episcopado mexicano indica a los actores de la pastoral con jóvenes y niños que “insistan en la formación sobre la prevención de cualquier tipo de adicción, principalmente en los ambientes de la sociedad más vulnerables”.
Finalmente, en el caso de que alguien caiga en “las garras de la droga”, el comunicado invita a todos los miembros de la Iglesia “a ser conscientes que ‘no podemos caer en la injusticia de clasificar al drogadicto como si fuera objeto o un trasto roto. Cada persona ha de ser valorada y apreciada en su dignidad para poder ser sanada’”.