A las 17.45 horas de hoy, 31 de mayo de 2021, en los Jardines Vaticanos, frente a la Virgen María Desatanudos, el Papa Francisco ha presidido el rezo del Rosario que concluye el maratón de oración con el tema “De toda la Iglesia subía incesantemente la oración a Dios” (Hch 12, 5), para invocar el fin de la pandemia.
La iniciativa, nacida del deseo del Santo Padre, fue promovida por el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización y ha contado con la participación de 30 santuarios marianos de todo el mundo que, a su vez, han llevado la oración a todas partes cada día del mes de María. El maratón fue inaugurado el 1 de mayo por el Santo Padre ante Nuestra Señora del Socorro, en la Capilla Gregoriana de la Basílica Vaticana.
Procesión y oración inicial
El acto ha comenzado con una solemne procesión encabezada por el obispo de Augsburgo, acompañado por los portadores del icono de la Virgen Desatanudos a los Jardines Vaticanos, jóvenes de la Asociación SS. Pedro y Pablo. También han participado niños que han recibido la Primera Comunión en la parroquia de Santa Maria della Grotticella en Viterbo, los chicos de Confirmación de la parroquia Santo Domingo de Guzmán, un grupo scout de Roma, y algunas familias y religiosos.
Después, el Papa ha pronunciado una oración introductoria: “Durante este mes de mayo, con muchos fieles, nos hemos unido en oración a varios santuarios esparcidos por el mundo y dedicados a ti, María, nuestra madre santa. Te hemos pedido que intercedas por nosotros ante tu hijo Jesús. Cada día, sosteniendo en nuestras manos la corona del Santo Rosario, hemos dirigido nuestra mirada a ti, madre de misericordia, rogando que la pandemia termine, y que la humanidad pueda retomar su vida cotidiana con mayor seguridad”.
“Esta tarde nos reunimos ante ti, nuestra Virgen madre, venerada en esta imagen, como aquella que desata los nudos. De hecho, son muchos los nudos que apremian nuestras vidas y atan nuestras actividades. Son nudos de egoísmo e indiferencia, nudos económicos y sociales, nudos de violencia y guerra. Con tu obediencia desataste el nudo de la desobediencia de Eva, con tu fe desataste lo que Eva había atado con su incredulidad. Te rogamos madre santa que desates los nudos que nos oprimen material y espiritualmente, para que podamos dar un testimonio gozoso de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo”.
Misterios y bendición del icono
Acto seguido se han rezado los misterios gozosos, dirigidos por los jóvenes de Acción Católica, una familia compuesta por recién casados que esperan un hijo y otra de sordos donde nació una vocación religiosa. La animación coral ha estado a cargo del coro de la diócesis de Roma y la Banda de Arcinazzo Romano.
Al final del rezo del Rosario, el Obispo de Roma ha leído la oración final: “Bendito seas Señor, Dios del cielo y de la tierra, que en tu justicia y misericordia dispersas a los soberbios y exaltas a los humildes. De este maravilloso designio tuyo nos has ofrecido el modelo perfecto, en el Verbo hecho hombre y en su Virgen madre. Cristo, tu hijo, que se humilló voluntariamente hasta la muerte de Cruz, resplandece en la gloria eterna y se sienta a tu derecha. Rey de reyes y Señor de señores. Y aquella que se ha llamado a sí misma tu sierva, la Virgen elegida por ti como madre del Redentor y verdadera madre de los vivientes, y elevada por encima de los coros de los ángeles, reina gloriosa junto a su Hijo y reza por todos los hombres. Abogada de la gracia y reina de la misericordia”.
“Mira con bondad Señor a tu pueblo, que, al colocar la diadema real en la imagen de la madre de Cristo tu Hijo, reconoce al Señor Jesús como Rey del universo y aclama a la Virgen María como reina. Concede Padre, que siguiendo su ejemplo, también nosotros podamos consagrarnos a tu servicio y ponernos a disposición de los demás en la caridad. Así en la victoria sobre el egoísmo y en la entrega sin reservas, cumpliremos tu ley y guiaremos a nuestros hermanos hacia ti. Haz que seamos felices de vivir humildes y pobres en la tierra, para que algún día alcancemos la gloria del cielo, donde tú mismo darás la corona de la vida a tus fieles servidores”.
Sucesivamente ha tenido lugar el rito de la bendición y coronación de la imagen de la Virgen, con una corona realizada por los joyeros Fratelli Savi.
Oración final
El Sucesor de Pedro ha continuado la oración de la siguiente manera: “María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como una señal de salvación y esperanza. Nos encomendamos a ti, salud de los enfermos, que junto a la cruz fuiste asociada a los dolores de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú que sabes desatar los nudos de nuestra existencia y conoces los deseos de nuestro corazón, ven en nuestra ayuda”.
“Estamos seguros de que, como en Caná de Galilea, encontrarás el modo de que vuelva la alegría y la fiesta y celebración en nuestros hogares después de este tiempo de prueba. Ayúdanos madre del divino amor a conformarnos con la voluntad del Padre y a hacer lo que diga Jesús, que tomó sobre sí nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores, para conducirnos, a través de la Cruz, a la alegría de la Resurrección”.
Palabras conclusivas
Por último, el Papa Francisco ha emitido un breve discurso de conclusión del maratón de oración: “Al concluir este maratón de oración para pedir el fin de la pandemia y retomar la vida social, quiero agradecer de modo particular al Dicasterio para la Nueva Evangelización, a los 30 santuarios, que en el curso de estos meses se alternaron para animar la oración del Rosario bajo la presidencia de cada uno de sus obispos”.
“He visto tanta participación en el pueblo de Dios que, a través de los medios de comunicación y del compromiso de tanto santuario esparcido por el mundo, han llegado a millones de personas, que a una sola voz han elevado su oración a la Santa Madre de Dios. Gracias a la diócesis de Augsburgo, que venera a la Virgen Desatanudos y que han hecho una reproducción que nos han enviado”.
“Continuamos a pedir al Señor que proteja a todo el mundo de la pandemia y a todos sin exclusión, que les llegue luego la posibilidad de estar protegidos otra vez por la vacuna”.
Participación en directo
La oración ha sido transmitida en directo por los canales oficiales de la Santa Sede, todas las redes católicas del mundo han estado conectadas, y ha sido accesible para personas sordas y con problemas de audición a través de Internet.
Conectados con Roma ha estado un grupo de santuarios donde se ha rezado el Rosario junto al Papa: Notre-Dame de Boulogne en Nanterre, Francia; Nuestra Señora de Schoenstatt en Vallendar, Alemania; Nuestra Señora de los Dolores en Kibeho, Ruanda; santuario Nacional de Maipú en Santiago, Chile; Nuestra Señora de Os Gozos en Ourense, España; Nuestra Señora de Lourdes en Carfin, Escocia; basílica Virgen de los Milagros de Caacupé en Paraguay; y parroquia Nostra Signora della Salute en La Spezia.