19 marzo, 2025

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Los silencios de San José: elocuencia del amor y la obediencia

En el hombre del silencio se esconde un modelo de fe, trabajo y entrega

Los silencios de San José: elocuencia del amor y la obediencia
El sueño de San José - Colección - Museo Nacional del Prado

San José, el esposo de María y padre terrenal de Jesús, es una de las figuras más enigmáticas y, a la vez, más inspiradoras del Evangelio. A diferencia de otros personajes bíblicos, de él no se registra una sola palabra en las Escrituras. Su silencio, sin embargo, no es ausencia ni pasividad, sino una respuesta de fe y amor a la misión que Dios le encomendó.

Elocuencia del silencio

Los Evangelios nos presentan a un José que actúa en la discreción. Sin pronunciar discursos ni protagonizar gestas espectaculares, su vida entera es una entrega silenciosa a la voluntad divina. Como cabeza de la Sagrada Familia, protege, cuida y trabaja incansablemente para sostener a María y Jesús. Su silencio no es vacío, sino un espacio donde resuenan la obediencia y la confianza en Dios.

Silencio y acción

El Evangelio de Mateo nos muestra cómo José recibe en sueños la revelación de Dios y, sin dudarlo, toma a María como esposa, huye a Egipto para salvar al Niño y, años después, regresa a Nazaret. No hay cuestionamientos ni titubeos, solo una fe que se traduce en acción concreta.

En una sociedad ruidosa, donde parece que solo quien alza la voz es escuchado, la figura de San José nos recuerda la importancia del silencio interior, de la escucha atenta y de la acción humilde.

El trabajo silencioso que santifica

San José es el modelo del trabajador que no busca reconocimiento, sino que encuentra en su labor un medio para servir a Dios y a los demás. Como carpintero, dedicó su vida a un oficio sencillo, pero lleno de dignidad. En su taller de Nazaret, Jesús aprendió no solo un oficio, sino la virtud del esfuerzo y la humildad.

Patrono de la Iglesia y de la familia

Por su fidelidad y entrega, San José ha sido reconocido como patrono de la Iglesia universal y protector de las familias. Su intercesión sigue siendo un refugio para quienes buscan orientación en la vida cotidiana, especialmente para los padres de familia y trabajadores.

Aprender de su silencio

En su festividad, San José nos invita a redescubrir el valor del silencio. En él encontramos la posibilidad de escuchar mejor a Dios, de descubrir su voluntad y de actuar con amor. En un mundo donde el ruido ensordece y la prisa domina, la figura de San José nos anima a detenernos, confiar y dejarnos guiar por Dios con la certeza de que su plan es siempre perfecto.

Fuente: Libro: Los silencios de San José de Michel Gasnier

Javier Ferrer García

Soy un apasionado de la vida. Filósofo y economista. Mi carrera profesional se ha enriquecido con el constante deseo de aprender y crecer tanto en el ámbito académico como en el personal. Me considero un ferviente lector y amante del cine, lo cual me permite tener una perspectiva amplia y diversa sobre el mundo que nos rodea. Como católico comprometido, busco integrar mis valores en cada aspecto de mi vida, desde mi carrera profesional hasta mi rol como esposo y padre de familia