Lo Correcto y lo Incorrecto: Reflexiones de San Agustín

Padre Ángel Espinosa de los Monteros

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Decía San Agustín algo hermoso: «Lo correcto es correcto aunque nadie lo haga, y lo incorrecto es incorrecto incluso si todos lo hacen». Imagínate si San Agustín dijo esto hace 1600 años, en un mundo sin tecnología, sin redes sociales, y sin las modas que cambian cada cinco minutos.

En su tiempo, aunque también existían modelos a seguir, música y espectáculos, la oferta era mucho más limitada que hoy. San Agustín vivió en una época en la que asistía a espectáculos en el circo romano, donde presenciaba cosas terribles como las luchas de gladiadores. Estos eventos eran brutales, y en ellos, los gladiadores luchaban hasta la muerte, buscando la aprobación del emperador o el gobernante de turno.

Hoy en día, aunque el contexto ha cambiado, seguimos enfrentando desafíos similares. Los valores fundamentales permanecen, pero el ruido que generan las influencias negativas en nuestra sociedad es ensordecedor. Las modas, la música que degrada, y la normalización de lo incorrecto a través de la legalización de actos inmorales son solo algunos ejemplos. Sin embargo, debemos recordar que, como dijo San Agustín, «lo correcto es correcto aunque nadie lo haga, y lo incorrecto es incorrecto incluso si todos lo hacen».

El Padre Ángel Espinosa de los Monteros reflexiona sobre esta verdad y nos invita a hacer el bien, independientemente de lo que dicte la sociedad o la legalidad del momento. La sabiduría de San Agustín nos recuerda la importancia de mantenernos firmes en nuestros valores y transmitirlos a las generaciones futuras. Hagamos todo el bien que podamos y recordemos que, aunque el mundo pueda legalizar cualquier cosa, lo incorrecto nunca será correcto.


Conclusión

En este mundo cambiante, es crucial recordar que nuestros valores no deben ser moldeados por las modas o la legalidad del momento. Lo correcto siempre será correcto, y lo incorrecto siempre será incorrecto, sin importar cuántos lo hagan o lo aprueben. Sigamos el ejemplo de San Agustín y el Padre Ángel Espinosa, y vivamos nuestras vidas con integridad y rectitud, buscando siempre hacer el bien.

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