El Papa Francisco, a través del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, ha enviado una contribución de 50.000 euros a Cáritas Vilnius, Lituania, para apoyar sus actividades en beneficio de los migrantes en la frontera oriental de Lituania.
Así lo anunció el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral a través de un comunicado de prensa el 12 de febrero de 2022.
En colaboración con la Nunciatura Apostólica en Lituania, “esta suma se destinará a la asistencia y a la compra de medicamentos, productos alimenticios y ropa de abrigo para aliviar las duras condiciones de vida a las que se ve sometida la población en este frío invierno, que desgraciadamente se ha visto agravado por la continua crisis pandémica”, se lee en la nota.
Este apoyo, explica el comunicado, “es una expresión inmediata del sentimiento de cercanía espiritual y de aliento paternal que el Papa Francisco ha expresado repetidamente durante el Ángelus dominical de finales de 2021 y principios de 2022 hacia los emigrantes, refugiados y otros migrantes”.
Rezar y obrar
En el Ángelus del 28 de noviembre de 2022, Francisco expresó su dolor ante las noticias de la situación en la que se encuentran tantos migrantes “de los que murieron en el Canal de la Mancha; de los que están en las fronteras de Bielorrusia, muchos de los cuales son niños; de los que se ahogan en el Mediterráneo. Mucho dolor al pensar en ellos. De los que son repatriados al norte de África, capturados por los traficantes, que los convierten en esclavos: venden a las mujeres, torturan a los hombres… De los que, también esta semana, han intentado cruzar el Mediterráneo buscando una tierra de bienestar y encontraron allí, en cambio, una tumba; y de tantos otros”.
A los migrantes que se encuentran “en estas situaciones de crisis les aseguro mi oración, y también mi corazón: sepan que estoy cerca de ustedes. Rezar y obrar”, indicó.
Asimismo, el Pontífice dio las gracias “a todas las instituciones, tanto de la Iglesia Católica como de otros lugares, especialmente a las agencias nacionales de Cáritas y a todos los que se comprometen a aliviar su sufrimiento”. Y renovó “mi más sincero llamamiento a quienes pueden contribuir a resolver estos problemas, especialmente a las autoridades civiles y militares, para que el entendimiento y el diálogo se impongan finalmente a cualquier tipo de instrumentalización y orienten sus voluntades y esfuerzos hacia soluciones que respeten la humanidad de estas personas”.