La Limosnería Apostólica, la Oficina de la Santa Sede que tiene la tarea de practicar la caridad con los pobres en nombre del Pontífice, ha enviado hoy, 7 de septiembre de 2021 un comunicado en el que informa sobre las últimas obras de misericordia realizadas durante el verano, dentro y fuera de Italia.
A continuación, compartimos el texto completo, traducido por Exaudi del italiano.
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Durante los meses de verano, la Limosnería Apostólica no se fue de vacaciones, dedicándose, entre otras cosas, a dos de las siete obras de misericordia: visitar a los presos y consolar a los afligidos.
Además de la ayuda que se presta regularmente a través de los capellanes, el “brazo caritativo del Santo Padre” ha realizado pequeños gestos evangélicos para ayudar y dar esperanza a miles de personas en las cárceles de Roma. En particular, en los últimos días, el limosnero, el cardenal Konrad Krajewski, ha entregado 15.000 helados a los reclusos de la cárcel Regina Coeli y a los de Rebibbia.
Las demás obras de misericordia corporal, alimentar al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, alojar a los peregrinos y a los forasteros, visitar y apoyar a los enfermos y enterrar a los muertos, son tenidas en cuenta especialmente por la Limosnería Apostólica durante los meses de verano, cuando muchos comedores y estructuras caritativas tienen que limitar sus actividades.
Por ello, como cada año, pequeños grupos de personas sin hogar, o alojadas en dormitorios, fueron llevados al mar o al lago, cerca de Castel Gandolfo, para pasar una tarde de relax y cenar en una pizzería.
Tampoco han sido olvidadas las poblaciones más pobres de otras naciones, que, por derivación y mediación de los nuncios apostólicos, reciben medicamentos, respiradores pulmonares y suministros médicos enviados directamente desde el Vaticano por el correo diplomático de la Santa Sede.
Solo en agosto, por ejemplo, se compró un tomógrafo para Madagascar, por valor de unos 600.000 dólares, y se completó la preparación de clínicas médicas, renovadas o de nueva construcción, por casi 2.000.000 de euros, en tres de los países más pobres de África.
Las obras de misericordia, corporales y espirituales, las encontramos en el Evangelio: “La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos comprender si vivimos o no como sus discípulos” (Papa Francisco, Misericordiae Vultus, nº 15). Si se aplican a todo cristiano, son indicaciones aún más valiosas para regular también toda la acción de la oficina caritativa del Santo Padre.