A través de un comunicado, el cardenal Leopoldo Brenes compartió algunas limitaciones en los actos religiosos por el repunte de COVID en Managua: Los servicios presenciales en los templos y capillas “estarán abiertos en horarios oportunos” según la realidad de cada comunidad, y se recortará el tiempo de duración y número de participantes en las actividades litúrgicas.
Capillas y templos abiertos en horarios oportunos
“Nuestros templos y capillas estarán abiertos en horarios oportunos según la realidad de cada comunidad cuidando el protocolo arriba indicado, así como el protocolo establecido en cada comunidad parroquial y la situación particular de una comunidad o institución… evitando actividades que aglomeren personas. Por lo tanto, limitemos el tiempo de duración y el número de participantes en nuestras actividades litúrgicas y pastorales”, expresó el cardenal al concluir la misa dominical oficiada desde su residencia en Managua y transmitida por el canal católico de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
El arzobispo orientó que ante el actual rebrote los servicios litúrgicos y la atención pastoral se realicen “con creatividad sabiendo armonizar el cuidado de la salud y la atención espiritual necesaria de todos los fieles”.
Llamado a reforzar el trabajo pastoral
Por otro lado, hizo un llamado a reforzar el trabajo pastoral a través de los medios de comunicación alternativos que estén al alcance para evitar la aglomeración de personas.
Muchas parroquias en diversas partes de la arquidiócesis de Managua han desarrollado el uso de las redes sociales con fines catequéticos y evangelizadores destacándose la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Fátima en la comunidad rural de El Salto en el municipio de San Rafael del Sur y en la zona pastoral de Masaya la parroquia Nuestra Señora de la Asunción. Otras de igual forma emplean este mecanismo para llegar a mayor cantidad de fieles.
“Los anímanos a apoyar a sus párrocos en el sostenimiento de templos y capillas, así como también en la búsqueda de alternativas que ofrece la liturgia para atender oportunamente los servicios religiosos, manteniendo la esperanza y el ánimo tan necesarios sin comprometer la salud”.
Brenes, instó a los fieles católicos a no bajar la guardia en el cumplimiento de los protocolos se seguridad para la prevención de la covid-19 incluyendo el uso de mascarillas, lavado de manos y el distanciamiento social recomendado.
Organizaciones de Sociedad Civil confrontan datos oficiales
En la última semana, cuatro religiosos han fallecido. El caso más reciente fue el del presbítero Francisco Valdivia Lazo originario de la diócesis de Estelí al norte del país centroamericano.
El 17 de agosto, el Ministerio de salud de Nicaragua, informó que durante la semana del 10 al 17 de agosto se reportaron 421 nuevos casos de coronavirus en el país, y que durante ese periodo únicamente hubo un fallecido atribuido al COVID-19.
Los datos son contrastados por el Observatorio Ciudadano COVID-19 integrado por un equipo interdisciplinario con información proporcionada por organizaciones, redes y ciudadanía en general, que desea contribuir a llenar el vacío de información sobre la situación del COVID-19 en Nicaragua.
La organización registró que “del 12 y 18 de agosto se reportaron 628 nuevos casos sospechosos, lo que representa un 67% de incremento en relación a los reportados la semana anterior”, de igual manera señalan que a la misma fecha “registran 98 nuevos fallecidos por sospechas de COVID-19, lo que representa un 10% de incremento en relación a lo reportado la semana pasada”.
“El 83% de los nuevos casos sospechosos se reportan desde 5 departamentos: Madriz, Managua, Estelí, Matagalpa y Nueva Segovia. Casi un tercio (29%) provienen únicamente del departamento de Madriz” señala el observatorio.
“La pandemia está dejando una tendalada de muertos”
Por su parte, el obispo de Matagalpa Rolando Álvarez expresó a través de TV Merced que: “Yo sé que hay personas que de pronto les entra tanta aflicción por la pandemia. Es comprensible. Todos estamos participando de este dolor, aunque no tengamos un familiar directamente con la covid-19”.
Monseñor Álvarez explicó que “el mundo está siendo azotado por un virus que está dejando tendalada de muertes” y que en Nicaragua también “está dejando una tendalada de muertos, miles de fallecidos, miles de enfermos y eso, claro, que duele el corazón, duele el alma, y sí es comprensible la aflicción”.