Dentro de los diferentes tipos de liderazgo que se han estudiado y dado a través de la historia de la humanidad, hoy la mayoría de documentos, conferencistas, estudios, etc. se centran en cómo poder convertirse en un líder inspirador.
A propósito de esto, hace algunas semanas, los católicos practicantes celebramos “la fiesta de Jesús el buen pastor”, tomando como referencia esto y desde una mirada sencilla y práctica, trataré de abordar este tema asociado a mi experiencia personal.
Como he comentado en artículos pasados, desde hace más de dos años, vivo en Buenos Aires, Argentina con toda mi familia. A mi esposa la trasladaron a esta ciudad para asumir una posición de mayor responsabilidad en la empresa que trabaja. Mientras que en mi caso, ahora veo a larga distancia temas asociados a la empresa familiar que tengo con mis hermanos en Perú (estoy liderando un proyecto asociado a IA y realidad aumentada), y también me encargo de varias cosas de la casa y las chicas.
Luego de comentar de manera breve mi entorno, paso a enumerar las cosas que venimos practicando mi esposa y yo, en los diferentes ambientes en los que interactuamos (personal, familiar y laboral) tratando que se conviertan en un hábito.
- Dar la vida por los nuestros.- Obviamente no es un tema literal, pero si damos algo valioso, nuestro tiempo, para estar, acompañar, escuchar, empatizar e inclusive dar un consejo.
- Conocernos más y mejor.- Seguir captando cada vez mejor a cada una(o) individualmente, queriéndolos como son, sin juzgar, ni etiquetar.
- Constructores de unidad.- Hablando de manera sencilla (sin adornos o complicaciones), siempre sincera (la verdad ante todo) y finalmente confiada (como un niño confía en sus padres). Esto lo tratamos de practicar en forma diaria y es un proceso continuo, pero artesanal.
Alguien, estará diciendo, el papel lo aguanta todo…, lo que te puedo afirmar es que NO es fácil… pues somos débiles, flacos y nos podemos lastimar (en ese caso pedimos perdón y perdonamos), la varita mágica en nuestro caso, es que tenemos un aliado incondicional que nos acompaña y cobija siempre y ese es DIOS, No esta demás indicar que para otras personas podría ser la meditación, la terapia de pareja, etc.
Para finalizar te comparto una frase del estadista, diplomático y abogado americano Jhon Quincy Adam, sexto presidente de ese país, “Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y convertirse en algo más, entonces eres un líder”
Vamos despierta al líder que tienes dentro, despliega tus talentos, hazlos que se conviertan en virtudes y multiplícalas por una super actitud, así serás un líder que sea inspirador y genere confianza a nivel personal, familiar y laboral. Espero que lo compartido te sea de utilidad y reflexión.
¡Qué dices, seguimos remando contra corriente…!