El Papa Francisco ha expresado al presidente de Líbano, Michel Aoun, su solidaridad con el país, que atraviesa una grave crisis socioeconómica y política. Según indica una publicación en árabe difundida en las redes sociales de la presidencia libanesa, la carta del Sucesor de Pedro se envió como respuesta al mensaje de Pascua del presidente Aoun.
En sus palabras, el Santo Padre expuso al mandatario que “el mal y la muerte no pueden tener la última palabra en el camino de la vida”. Francisco recordó también que “la fe en la Resurrección pone en nuestros corazones la fuerza para construir un mundo mejor”.
Asimismo, según indica la citada fuente, el Papa renovó sus oraciones para que “el Espíritu de sabiduría sostenga al Presidente de la República, Michel Aoun, y a sus colaboradores, e ilumine su camino para conducir al Líbano y ponerlo en la vía de la paz, la libertad y la felicidad”. Finalmente, el Pontífice manifestó su “solidaridad con el Líbano, confiándolo al cuidado de la Virgen María” y extendió su bendición “a todo el pueblo libanés”.
Llamamiento a la Unión Europea
La Comisión de las Conferencias Episcopales de la UE (COMECE) hizo un llamamiento el 26 de mayo de 2021 a la Unión Europea a dar apoyo a la población libanesa en su lucha por la preservación de la identidad y el tejido social del Líbano frente a la crisis que se está produciendo.
Este llamado de la COMECE se basa en las preocupaciones expresadas recientemente por la Iglesia libanesa en una carta enviada a los obispos de la UE. La Asamblea de Patriarcas y Obispos Católicos del Líbano (APECL) dirigió una carta al cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la COMECE, expresando su preocupación por los peligros que plantea la actual crisis política, social, sanitaria y económica a la que se enfrenta la población libanesa.
Según la Iglesia local, la gravedad de la situación pone en peligro la propia identidad del país forjada por “el encuentro, la pluralidad y la fraternidad, que lo convierten en el lugar natural para el diálogo entre las diversas comunidades religiosas y culturales”, expone la información de la Comisión europea.
Haciéndose eco de los reiterados llamamientos del Papa Francisco, la Iglesia libanesa insta a la comunidad internacional, incluida la UE, a apoyar a la población del Líbano “garantizando el mantenimiento de sus derechos individuales, colectivos y nacionales, contribuyendo a la lucha contra la crisis económica, a la protección del tejido social y a la preservación de la identidad y la especificidad del Líbano”.
El Papa y Líbano
El pasado 22 de abril, el Santo Padre recibió en audiencia privada al primer ministro designado de Líbano, Saad Hariri. Tal y como informó Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, “en el curso de las conversaciones, que duraron unos treinta minutos, el Papa quiso reiterar su cercanía al pueblo libanés, que vive un momento de gran dificultad e incertidumbre, y recordó la responsabilidad de todas las fuerzas políticas de comprometerse urgentemente en beneficio de la nación”.
“Reafirmando su deseo de visitar el país tan pronto como se den las condiciones”, prosigue, el Obispo de Roma “deseó que el Líbano, con la ayuda de la comunidad internacional, vuelva a encarnar ‘la fortaleza de los cedros, la diversidad que de la debilidad se convierte en fuerza en el gran pueblo reconciliado’, con su vocación de ser una tierra de encuentro, convivencia y pluralismo”, se lee en el comunicado.
Viaje al país
Durante la rueda de prensa a bordo del avión de vuelta del viaje apostólico a Irak, Francisco reafirmó su intención de visitar el Líbano como próximo viaje a Oriente Medio: “El patriarca (el cardenal Rai) me pidió que hiciera una escala en Beirut en este viaje, pero a mí me pareció un poco…un poco demasiado poco, una migaja….frente a un problema, un país que sufre como el Líbano. Escribí una carta y una promesa y prometí que iría al Líbano”.
Recordando que “el Líbano sufre”, el Papa subrayó que esta nación tiene “la debilidad de las diversidades, algunas todavía no reconciliadas, pero tiene la fortaleza del gran pueblo reconciliado, como la fortaleza de los cedros”. En este momento, el Líbano, lamentó, “está en crisis, pero en crisis, no quiero ofender, en crisis de vida. El Líbano es muy generoso a la hora de acoger a los refugiados”.