Las tareas del hogar pueden ser el pegamento que une a la familia

Santa Marta

Una casa no se convierte en un hogar hasta que alguien asume el papel de Santa Marta. El 29 de julio se celebra a Santa Marta, patrona de las amas de casa, cocineros y trabajadores de la hostelería. Este día suele pasar desapercibido, a menos que haya una Marta en tu familia. Creo que en está mala campaña de marketing existe una relación entre la falta de celebración de esta festividad y la subvaloración de estas labores. Como ejemplo el desprecio a las tradwiffe, un desprecio que por desgracia he escuchado de cerca.

Desde estas líneas, quiero dar visibilidad a esta fecha, para que alcance la notoriedad de celebraciones como San Valentín o San Patricio. Solo entonces nos daremos cuenta de que una casa se transforma en un hogar cuando alguien asume el papel de Santa Marta, cuidando del bienestar de la familia en todos los aspectos.

El trabajo doméstico es interminable y perecedero: un plato que llevó horas preparar se consume en minutos, y el polvo reaparece rápidamente, casi al instante de haberlo aspitado. A pesar del esfuerzo requerido, estas tareas cotidianas son poco apreciadas hasta que uno no se convierte en la Santa Marta de su hogar.

En un momento en que el orden y la decoración de interiores están en auge, debemos aprovechar para honrar a Santa Marta el 29 de julio. Ella es un ejemplo de dedicación y servicio, y esta fecha es una oportunidad para valorar a quienes asumen ese rol en nuestras vidas.

¿Eres tú quien hace de Santa Marta en casa?


Si eres tú quien asume ese papel en tu hogar, ¡felicidades! Aunque a veces sientas que no se te valora tu esfuerzo. Ofreceselo a Jesús e invítale a descansar en tu hogar, como lo hacía en el de Marta en Betania.

Cuando las tareas del hogar te abruman, recuerda las palabras del Señor: «Cuanto hicistéis a uno de estos hermanos, a mí me lo hicistéis». Al atender a tu familia y a tus invitados, estás atendiendo a Jesús. Cada tarea cotidiana, por anodina que sea, se convierte en una actividad extraordinaria.

Que la casa sea el lugar favorito de los tuyos, para conseguirlo pidamos la intercesión de Santa Marta cuando las tareas domésticas nos abrumen. Ella nos recordará lo que le dijo el Señor: «Una sola cosa es importante…». No es la lavadora ni el punto de la carne. Es la oración la que transforma los hogares haciendolos acojedores y el rosario trae la presencia de Cristo de manera sutil pero inconfundible, con un «je ne sais quoi» que sólo puede traer la Virgen.

Si el Señor encuentra descanso y se siente querido en tu hogar, no dudes que te ayudará tanto como ayudó a la familia de Lázaro. ¿Celebramos el próximo 29 de julio, día de Santa Marta? Why not??