La Sagrada Familia ha inaugurado e iluminado cuatro tetramorfos más, de forma que ya tiene 13 torres acabadas del conjunto total de 18. Se trata de las cuatro torres dedicadas a los evangelistas Juan, Mateo, Marcos y Lucas, que permanecerán encendidas hasta el 8 de enero. Estas torres inauguradas este año muestran en el mundo la importancia de los evangelios. Una catequesis que apunta a los cuatro puntos cardinales: san Lucas orientado en el norte, san Mateo en el sur, san Marcos en el oeste y san Juan al este. La tradición cristiana ha identificado los cuatro evangelistas representando Juan con el águila; Lucas con el buey; Marcos con el león, y Mateo con el hombre, de forma que el tetramorfo de Gaudí se ha consolidado en esta iconografía cristiana.
En 2026 está previsto que se inaugure la torre de Jesús, que será la parte más alta del conjunto arquitectónico y que estará rodeada de estas cuatro torres de los evangelistas. Una manera de simbolizar como el tetramorfo, los cuatro evangelistas, transmiten un mismo mensaje desde diferentes puntos de vista y configuran la figura de Jesús.
Ayer por la tarde, se celebró una Misa solemne en la Sagrada Familia con la posterior bendición de las cuatro torres de los evangelistas. El cardenal Juan José Omella cedió la presidencia de la celebración eucarística al Nuncio Apostólico de España y Andorra, Mons. Bernardito Auza, quien presidió la misa junto a 2.000 personas.
El Nuncio Apostólico subrayó que las cuatro torres “están dedicadas a los santos evangelistas, san Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan” y que cada una nos recuerda “aquello que los evangelistas, que al unísono evocan la presencia de Cristo, nos empujan a ser testigos del Señor en medio del mundo, a través de su vida”. Además, expresó su deseo de que las torres de los santos evangelistas “nos muevan a todos a mirar hacia donde Gaudí verdaderamente miraba, al verbo encarnado de Dios en María”.
