Rafael de Mosteyrín, sacerdote de la prelatura del Opus Dei y capellán del CEC Torrealba, ofrece este artículo sobre la predicación de san Josemaría sobre el matrimonio.
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El Papa Francisco nombró en 2022 el Año de la Familia. Su deseo fue que se destacara la práctica de la vida cristiana en la familia, y desde la familia. Precisamente cada 26 de junio se celebra la fiesta de san Josemaría Escrivá de Balaguer.
Pensamos que es una oportunidad para recordar la importancia de su predicación sobre el matrimonio, englobada dentro de su mensaje central.
La doctrina espiritual de san Josemaría, sobre el matrimonio y la vida familiar tienen una profundidad y una riqueza enorme. El mensaje de San Josemaría es muy innovador en varios aspectos concretos, y uno de ellos es que el matrimonio es una verdadera vocación, un camino de santidad.
Una consecuencia inmediata es, por tanto, la relevancia del pensamiento teológico-espiritual de san Josemaría para la pastoral de la vida familiar. Desde la fundación del Opus Dei su predicación ha consistido en difundir la llamada universal a la santidad. La santificación de las realidades temporales destaca como el núcleo de su mensaje e incluye, de modo central, el matrimonio y la vida familiar.
San Juan Pablo II calificó a San Josemaría como el santo de lo ordinario en la homilía del 6 de octubre de 2002, día en el que fue canonizado. Se trata de un elogio digno de consideración al fundador del Opus Dei que nos muestra, con su propia vida, la grandeza de la vida corriente.
Destacamos en este sentido las siguientes ideas.
- San Josemaría comienza su predicación hace casi un siglo. Gracias a los análisis de las ediciones críticas de parte de la publicación de san Josemaría, y a otros estudios, podemos afirmar que desde el comienzo de su labor pastoral predica el matrimonio como una vocación a la santidad. La claridad de esta idea tiene una raíz indiscutible: el 2 de octubre de 1928, cuando san Josemaría ve el Opus Dei.
- San Josemaría destaca en su época con un audaz modo de afrontar el matrimonio, y la vida familiar, como camino pleno de santidad. El matrimonio otorga la gracia para santificar ese estado de vida. Es un auténtico camino de santidad porque Dios da las gracias necesarias a través de la vocación matrimonial. Al mismo tiempo requiere el desarrollo de las virtudes teologales y morales en el hogar familiar.
El fundamento teológico de la doctrina de san Josemaría, sobre la santidad propia de la vida matrimonial, está en el misterio de la Encarnación del Verbo y la incorporación de los bautizados a Cristo, por el Bautismo.
San Josemaría difundió un mensaje de santidad permanentemente joven que propone buscar, conocer y amar a Jesucristo. Para la inmensa mayoría de las personas esta santidad se desarrolla a través de la familia y el trabajo. A cada uno se nos propone una respuesta personal ante esta llamada universal –recordada por san Josemaría desde 1928- a la santidad y al apostolado.