01 abril, 2025

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La Misericordia de Dios y el Llamado a la Paz en el Ángelus del Papa Francisco

Ángelus

La Misericordia de Dios y el Llamado a la Paz en el Ángelus del Papa Francisco

El Papa Francisco, en el Ángelus del IV Domingo de Cuaresma, 30 de marzo de 2025, reflexionó sobre la parábola del hijo pródigo y destacó la misericordia infinita de Dios. Además, hizo un llamado a la paz en diversas regiones del mundo y expresó su preocupación por situaciones de conflicto y crisis humanitarias.

La misericordia de Dios y la parábola del hijo pródigo

En el Evangelio del día (Lc 15,1-3.11-32), Jesús observa que los fariseos, en lugar de alegrarse porque los pecadores se acercan a Él, se escandalizan y murmuran a sus espaldas. Entonces, Jesús les cuenta la historia de un padre que tiene dos hijos: uno se va de casa, pero luego, cuando se encuentra en la miseria, regresa y es recibido con alegría; el otro, el hijo «obediente», indignado con su padre, no quiere entrar en la fiesta. Así, Jesús revela el corazón de Dios: siempre misericordioso con todos; cura nuestras heridas para que nos podamos amar como hermanos.

La Cuaresma como tiempo de curación

El Santo Padre invitó a vivir la Cuaresma, especialmente en este año jubilar, como un tiempo de curación. Compartió que él mismo está experimentando este período de sanación en el alma y en el cuerpo. Expresó su gratitud hacia aquellos que, a imagen del Salvador, son instrumentos de curación para el prójimo a través de su palabra, conocimiento, afecto y oración. Recordó que la fragilidad y la enfermedad son experiencias comunes a todos, pero que, con mayor razón, somos hermanos en la salvación que Cristo nos ha dado.

Llamado a la paz y atención a crisis internacionales

Confiando en la misericordia de Dios Padre, el Papa Francisco instó a continuar rezando por la paz en diversas regiones afectadas por conflictos y sufrimientos, mencionando específicamente Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, República Democrática del Congo y Myanmar, que también sufre a causa de un terremoto.

Expresó su preocupación por la situación en Sudán del Sur, renovando su apremiante llamado a los líderes para que hagan todo lo posible por reducir la tensión en el país. Subrayó la necesidad de dejar de lado las diferencias y, con valentía y responsabilidad, sentarse a dialogar constructivamente para aliviar el sufrimiento de la querida población sursudanesa y construir un futuro de paz y estabilidad.

Asimismo, señaló que en Sudán la guerra continúa cobrándose víctimas inocentes. Exhortó a las partes en conflicto a priorizar la protección de la vida de sus hermanos civiles y expresó su esperanza de que se inicien cuanto antes nuevas negociaciones que puedan garantizar una solución duradera a la crisis. Llamó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para enfrentar la terrible catástrofe humanitaria.

Signos de esperanza en la diplomacia internacional

El Papa también destacó hechos positivos en el ámbito internacional, como la ratificación del acuerdo sobre la delimitación de la frontera entre Tayikistán y Kirguistán, considerándolo un excelente resultado diplomático. Animó a ambos países a continuar por este camino de entendimiento y cooperación.

Concluyó su mensaje invocando a María, Madre de misericordia, para que ayude a la familia humana a reconciliarse en la paz.

Exaudi Redacción