La importancia de la oración por la paz: un llamado del Papa Francisco a los cristianos de diferentes denominaciones

El Papa Francisco recibió el 20 de enero en el Palacio Apostólico a una delegación ecuménica de Finlandia, que realizaba una peregrinación a Roma con motivo de la fiesta de San Enrique, patrón del país nórdico. Este evento, según el Papa, sigue uniendo a cristianos de diversas Iglesias y comunidades eclesiales, unificándolos en la alabanza a Dios.

La oración por la paz como prioridad

En su mensaje, Francisco destacó la necesidad de «no dejar de rezar por el don de la paz, tan valioso como frágil». El Papa subrayó la importancia de la paz, que requiere constante intercesión y esfuerzo para preservarla. Esta invitación a la oración fue dirigida especialmente a la delegación formada por católicos, ortodoxos y luteranos, encabezada por el nuevo arzobispo de la Iglesia ortodoxa finlandesa, Elías de Helsinki, junto a otros obispos y representantes eclesiales.

Caminar juntos en la esperanza

El Papa también recordó que, en este Año Santo 2025, todos los cristianos son «peregrinos de la esperanza». En este camino de fe, citó las palabras de la Carta a los Hebreos: «Mantengamos sin vacilar la profesión de nuestra esperanza, porque el que prometió es digno de fe». Francisco insistió en la necesidad de vivir con esperanza, confiando en las promesas de Dios. San Enrique, mensajero de paz, es el ejemplo vivo de esta esperanza, llamando a todos a orar sin descanso por el frágil don de la paz.

Unidad ecuménica a través de la música y el Credo

El Papa también reflexionó sobre la unidad que se vive a través de la fe, señalando que San Enrique simboliza esa unidad dada por Dios, pues su festividad reúne a cristianos de diferentes tradiciones para rendir homenaje al Señor. Agradeció la participación de los coros que acompañaron la peregrinación, destacando que «quien canta reza dos veces», y mencionó que este acto de oración a través de la música es un hermoso signo de ecumenismo.


En relación a la fe común, Francisco afirmó que el Credo Niceno es una «partitura extraordinaria de fe» que une a todos los cristianos. Este «himno de la verdad» tiene como centro a Jesucristo, quien revela a Dios en su inmenso amor. Esta sinfonía de la verdad, cuando es escuchada con el corazón, nos llena de esperanza, una esperanza que nunca defrauda.

Un llamado a ser testigos del amor encarnado

Finalmente, el Papa invitó a los presentes a dar testimonio del amor de Dios en su vida diaria, señalando que esta es la verdadera vocación ecuménica de los cristianos. Al finalizar la audiencia, Francisco los invitó a unirse en oración, recitando juntos el Padre Nuestro, como un signo de unidad en la fe y el amor hacia Dios.

Este encuentro subraya la importancia de la unidad y la oración constante por la paz, recordando que la esperanza en Cristo no falla y debe ser el motor que impulse el caminar juntos de los cristianos hacia un futuro de fraternidad y paz.