La Fundación CARF ha presentado su Memoria 2022 que recoje todas las actividades y resultados del curso pasado. Luis Alberto Rosales, director general, señala: «Repasando el entorno en el que nos hemos movido en 2022, cabe reseñar la inestabilidad global: crisis energética, subida de las materias primas y combustibles, guerra de Ucrania, mercados inestables… hitos que sin duda han generado inquietud entre todos nosotros. Pero, pese a esas circunstancias, los recursos obtenidos mediante las donaciones periódicas y las puntuales han supuesto un año récord en nuestra historia». En total las donaciones recurrentes y puntuales alcanzaron los 5.264.000 €.
A los ingresos anteriores deben sumarse 872.000 € procedentes de legados y testamentos, cifra muy inferior a la obtenida en el ejercicio 2021 que alcanzó los 4.206.000 €, y 533.000 € de la renta e e ingresos derivados de la gestión del patrimonio de la Fundación CARF. Con todo, el total de los ingresos obtenidos en 2022 alcanzaron los 6.669.000 millones de euros. En resumen:
- 1.415.000 € donaciones periódicas.
- 3.849.000 € donaciones puntuales.
- 872.000 € testamentos y legados.
- 533.000 € rentas e ingresos derivados del patrimonio.
La Fundación CARF destinó 5.810.000 €, a ayudar a la formación de sacerdotes, seminaristas y religiosos (incluidas las ayudas del Patronato de Acción Social), lo que supone un 67,6 % del total de los recursos aplicado durante 2022 y que ha beneficiado a 1.915 estudiantes de todo el mundo.
El endowment o fondo de dotación de la Fundación CARF ha aportado para becas la cantidad de 450.000 € que han supuesto el 8 % del total de ayudas concedidas.
Sembrar el mundo de sacerdotes
Las donaciones hicieron posible que la Fundación CARF ayude a mantener su compromiso de sostenimiento de las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra y de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, y de ayudas al estudio y a la manutención de los alumnos. Porque el objetivo es: sembrar el mundo para que ninguna vocación de seminarista, sacerdote diocesano o religioso se pierda por falta de medios económicos. Sin embargo, el cierre del ejercicio ha sido negativo. Esto se debe a que los recursos obtenidos mediante legados y testamentos fueron significativamente más bajos que en 2021. Igual ha sucedido con las rentas e ingresos obtenidos por la gestión derivada del patrimonio de CARF. En total 2022 ha cerrado con una pérdida de 1.906.000 €. La Fundación CARF continúa cumpliendo sus objetivos: rezar por las vocaciones y los sacerdotes, difundir su buen nombre en todo el mundo (para lo que se ha desarrollado una página web en 27 idiomas) y ayudar a la formación de los sacerdotes. «Defendemos valores universales reconocidos por las Naciones Unidas en 1948. Hacemos especial mención a la libertad e igualdad; libertad religiosa; vida y diálogo con el mundo; respeto a los carismas y a las diferencias; fidelidad al magisterio del Papa; convivencia internacional; libertad de opinión y de expresión y, sobre todo, el derecho a la educación», explica el presidente, Fernando Martí Scharfhausen.
Donantes y alumnos
La Fundación CARF no recibe subvenciones públicas y los aproximadamente 5.300 donantes anuales, garantizan la independencia y continuidad de la institución. Este curso pasado la Fundación CARF apoyó a 1.915 seminaristas, sacerdotes diocesanos y religiosos de 79 países distintos: de Europa proceden de 24 países; de América vienen de 22 países; de África, de 22 países; en el caso de Asia son de nueve países; y de Oceanía, de dos países.
Más de 800 obispos de 131 países
Desde la constitución de la Fundación CARF en 1989, más de 800 obispos de 131 países desean que algunos de sus sacerdotes o seminaristas estudien en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz o en la Universidad de Navarra completando su formación humana y espiritual en los seminarios y colegios eclesiásticos Internacionales Sedes Sapientiae, Tiberino, y Altomonte (Roma) o Bidasoa, Echalar, Aralar y Albaizar (Pamplona).
Un total de 130 alumnos han sido nombrados por diferentes papas.
Estos son los obispos de 2022: Wieslaw Lechowicz, ordinario militar de Polonia, nombrado el 15 de enero 2022. Maurice Muhatia Makumba, arzobispo de Kisumu (Kenya), nombrado el 19 de febrero 2022. Marcony Vinícius Ferreira, ordinario militar de Brasil, nombrado el 12 de marzo 2022. Tulio Omar Pérez Rivera, obispo auxiliar de Santiago de Guatemala, nombrado el 27 de junio 2022. Peter Ebere Okpaleke, obispo de Ekwulobia (Nigeria), creado cardenal el 27 de agosto 2022 Waldemar Stanisław Sommertag, nuncio apostólico en Senegal, Cabo Verde, Guinea-Bissau y Mauritania, nombrado el 6 de septiembre 2022. Juan Fernando Franco Sánchez, obispo de Caldas (Colombia), nombrado el 15 de octubre 2022. Misael Vacca, obispo de Villavicencio (Colombia), nombrado el 31 de diciembre 2022.
Cuatro campañas de donaciones
Durante 2022, la Fundación CARF impulsó cuatro campañas de donaciones con diferentes misiones.
La campaña Dona estuches de vasos sagrados, para que los seminaristas, una vez regresen a sus diócesis para ordenarse sacerdote, puedan celebrar la Santa Misa en lugares inaccesibles y con escasos recursos. La mochila contiene vasos sagrados, objetos litúrgicos y un alba a medida tejida a mano por las voluntarias del Patronato de Acción Social. El estuche tiene un coste de 600 €.
Otra de las campañas ha sido Legados solidarios y testamentos: toda tu vida para darla, que busca concienciar sobre la importancia de trascender a tu vida de una forma perpetua, y seguir con el apoyo a sacerdotes y seminaristas de todo el mundo.
También, la iniciativa Ayúdanos a sembrar el mundo de sacerdotes: qué ninguna vocación se pierda pretende transmitir la urgencia de promover las vocaciones, indispensables para la administración de los sacramentos.
Por último, la campaña Los sacerdotes, la sonrisa de Dios en la tierra: pon cara a tu donativo, se enfoca en donantes cuya aportación supera los 500 € anuales para asignarles un becario, con nombre y apellido, al que irá destinada su ayuda.
Acerca de:
La Fundación CARF —Centro Académico Romano Fundación— nació en 1989, por inspiración de san Juan Pablo II al beato Álvaro del Portillo, para ayudar a la formación de seminaristas y sacerdotes diocesanos y religiosos y religiosas para servir mejor a la Iglesia y al mundo, y fomentar las vocaciones. En la actualidad, gracias al apoyo de sus benefactores y amigos, la Fundación CARF ha ayudado a casi 40.000 alumnos de 131 países con escasos recursos económicos para que cursen sus estudios en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma, y en las Facultades de Estudios Eclesiásticos de la Universidad de Navarra, en Pamplona. Entre los becarios alumni de la Fundación CARF ya hay 130 estudiantes que han sido ordenados obispos y tres creados cardenales.