Recibido como regalo del Papa Francisco, el precioso objeto La Barca di Pietro (La Barca de Pedro), de la histórica familia de armadores Aponte, será colocado en los Museos Vaticanos. El pasado 15 de marzo, según informa un comunicado de prensa de los Museos del Papa, se ofreció al Pontífice como regalo la obra realizada a mano por los Aponte, carpinteros de ribera de la península sorrentina, en colaboración con el Instituto Diplomático Internacional. La embarcación es una fiel reproducción de la antigua y original Navicella di Pietro hallada en 1986 en el fondo del lago de Tiberíades y hoy conservada en el Museo Yigal Allon de Ginosar, en Galilea. El Papa lo bendijo y, a partir del martes 10 de octubre, el imponente velero, de casi 9 metros x 2 metros de eslora, encontrará su ubicación escenográfica y definitiva en la entrada de los Museos Vaticanos, tendido en la base de la moderna rampa helicoidal también conocida como Vía del Mare, un recorrido expositivo permanente con maquetas de embarcaciones de todo el mundo.
La obra de instalación
La barca de Pedro acogerá, con su fuerte carga simbólica y espiritual, a todos los peregrinos y turistas que emprendan su sugestivo viaje a las bellezas de los Museos del Papa, es decir, a lo que Francisco llama la «Casa de todos». Las complejas operaciones de manipulación e instalación se llevaron a cabo el domingo a puertas cerradas, gracias a sofisticados trabajos de construcción acrobática y al apoyo de empresas especializadas, con la contribución conjunta del personal de la Dirección de Museos y Bienes Culturales y de la Dirección de Infraestructuras y Servicios (Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano).