La Academia Internacional de Líderes Católicos ha dado un paso relevante y simbólico al inaugurar su primera escuela binacional de liderazgo católico en la frontera entre Estados Unidos y México, uniendo Tamaulipas y Texas en el emblemático espacio frente al río Bravo. En un contexto político marcado por una creciente polarización, tanto en Estados Unidos, donde se desarrolla una contienda presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris, como en México, tras la reciente asunción de su primera presidenta, esta iniciativa busca promover una «cultura del encuentro» para enfrentar los retos actuales de convivencia y colaboración entre naciones y culturas.
El evento de inauguración, realizado el pasado sábado, contó con la participación de líderes eclesiásticos de ambos lados de la frontera, incluyendo al Cardenal Diego Padrón, expresidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, según expresó José Antonio Rosas, director general de la Academia, “Desde este lugar simbólico frente al Río Bravo, iniciamos nuestra primera escuela binacional de líderes entre Estados Unidos y México. Esta frontera es testimonio de la riqueza del mestizaje cultural y espiritual entre nuestros pueblos. Con la presencia del Cardenal Padrón y los obispos, sembramos la semilla de una generación que dará testimonio de una cultura de encuentro.”
Este acto es mucho más que un encuentro de fe: es una respuesta concreta a la necesidad de colaboración transfronteriza en temas que afectan a millones de personas, especialmente en un momento de desafíos migratorios y tensiones sociopolíticas. Al realizarlo en una frontera tan significativa, la Academia reafirma su compromiso con el diálogo y la construcción de puentes de entendimiento.
Por su parte, el Padre Eduardo González Oropeza, director de la escuela, compartió su esperanza por el impacto del nuevo programa, destacando que “Nuestra frontera entre Tamaulipas y Texas simboliza el mestizaje y la diversidad cultural y religiosa. A través de esta escuela, buscamos formar líderes con una espiritualidad arraigada y una visión clara de la responsabilidad social que implica ser discípulos de Cristo en un contexto de desafíos, pero también de unidad y esperanza.”
El programa está estructurado en seis sesiones, de las cuales dos serán presenciales, con el propósito de afianzar el diálogo y la colaboración entre las diócesis fronterizas. Las otras cuatro sesiones se desarrollarán de forma virtual, permitiendo la participación de líderes de otras regiones del continente. Esta combinación de formatos es clave para expandir el alcance y asegurar la continuidad del proyecto.
La Academia Internacional de Líderes Católicos, con presencia en América del Sur, América del Norte y Europa, continúa así su misión de formar líderes inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia, proyectando una futura expansión hacia África. En un mundo marcado por divisiones, la creación de esta escuela binacional representa un llamado a la unidad y al respeto mutuo en el marco de la fe católica y el compromiso social.