19 abril, 2025

Síguenos en

Jueves Santo: El Amor hecho Eucaristía

La Iglesia celebra el Jueves Santo el don supremo del amor de Cristo: la Eucaristía, el sacerdocio ministerial y el mandamiento del amor. Una jornada cargada de fe, silencio y adoración que culmina con la visita a los siete monumentos

Jueves Santo: El Amor hecho Eucaristía
Pexels

¿Qué se celebra en Jueves Santo?

El Jueves Santo es el inicio del Triduo Pascual, el corazón del año litúrgico. Ese día, la Iglesia conmemora tres acontecimientos centrales para la fe católica:

  1. La institución de la Eucaristía, cuando Jesús, en la Última Cena, se entrega sacramentalmente a sus discípulos bajo las especies del pan y del vino (cf. Mt 26, 26-28).

  2. La institución del sacerdocio ministerial, al ordenar a los Apóstoles para que perpetúen su presencia en la Iglesia a través del sacramento del Orden (cf. Lc 22, 19).

  3. El mandamiento del amor fraterno, que Jesús ejemplifica al lavar los pies a sus discípulos (cf. Jn 13, 1-15).

En la Misa vespertina «In Coena Domini», la liturgia adquiere un carácter especial: se canta el Gloria con campanas, que luego enmudecen hasta la Vigilia Pascual; se realiza el lavatorio de los pies y, al terminar, el Santísimo Sacramento es trasladado solemnemente al “monumento”, un lugar preparado para la adoración.

¿Por qué se celebra este día con tanta solemnidad?

El Jueves Santo es una fiesta de amor. Cristo se entrega antes de ser entregado. Como afirma el Catecismo (n. 1323): «Nuestro Salvador, en la Última Cena, la noche en que fue entregado, instituyó el Sacrificio Eucarístico de su Cuerpo y de su Sangre.»

Esta es la noche en que Jesús anticipa su Pasión y la transforma en una ofrenda voluntaria por amor a todos. La Eucaristía no es solo un símbolo: es el Cuerpo y la Sangre del Señor. En este día, se revela el corazón mismo de la fe católica.

La devoción de visitar los siete monumentos

Una antigua tradición que muchas personas siguen en Jueves Santo es la visita a siete iglesias o monumentos eucarísticos para adorar al Santísimo Sacramento. Esta práctica tiene raíces en Roma y se expandió a muchas partes del mundo católico, especialmente en España, Filipinas y América Latina.

La visita a los siete monumentos simboliza el acompañamiento espiritual a Jesús en sus momentos de soledad, desde el Huerto de los Olivos hasta su prisión, y se relaciona con los “siete lugares” donde Jesús pasó la noche de su arresto:

  1. Del Cenáculo al Huerto de Getsemaní.

  2. De Getsemaní a casa de Anás.

  3. De Anás a casa de Caifás.

  4. De Caifás al pretorio de Pilato.

  5. De Pilato a Herodes.

  6. De vuelta de Herodes a Pilato.

  7. De Pilato al Calvario.

En cada iglesia se suele rezar una oración breve de adoración al Santísimo, seguida de un Padrenuestro y un Avemaría. En total, se rezan seis Padrenuestros y seis Avemarías, no siete, porque en el último monumento se permanece en silencio para acompañar a Cristo en su entrega final, sin más palabras que la contemplación. Este gesto expresa el recogimiento interior ante el misterio de su Pasión.

Oraciones para el Jueves Santo

Aquí algunas oraciones que pueden acompañar la adoración:

Oración ante el Santísimo Sacramento

Señor Jesús, en este día santo te adoramos presente en la Eucaristía.
Nos unimos a tu entrega en el Cenáculo y queremos acompañarte en tu Pasión.
Danos un corazón humilde, puro y lleno de amor como el tuyo.
Aumenta nuestra fe en tu presencia real, y haznos testigos de tu amor en el mundo. Amén.

Oración sacerdotal por las vocaciones

Señor Jesús, que en la Última Cena diste a tus Apóstoles el don del sacerdocio,
te pedimos por todos los sacerdotes del mundo: santifícalos, protégelos, guíalos.
Suscita nuevas vocaciones generosas, que celebren tu Eucaristía con fe y devoción.
Que nunca falte quien reparta tu Cuerpo a los hambrientos de ti. Amén.

Oración mariana

María, Madre del Amor Hermoso,
tú acompañaste a Jesús hasta la cruz.
Enséñanos a vivir con fe este Jueves Santo,
y a amar a tu Hijo presente en la Eucaristía.
Ruega por nosotros ahora y siempre. Amén.

Un día para el amor

El Jueves Santo no es solo una memoria litúrgica: es una llamada a vivir el amor con obras concretas. La Eucaristía, el sacerdocio y el amor fraterno están unidos profundamente. Acompañar a Jesús en este día es volver al origen, a la fuente viva del cristianismo.

Que esta jornada nos encuentre en adoración, silencio y gratitud. Porque el Amor se ha hecho Pan… y se ha quedado con nosotros.

Exaudi Redacción