Juan Pablo I será beato. El Papa Francisco, al recibir esta mañana en audiencia al cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, autorizó a promulgar el decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión de Albino Luciani, Juan Pablo I.
De acuerdo a Vatican News, el milagro aprobado consiste en la curación en Buenos Aires, Argentina, en julio de 2011, de una niña de 11 años que padecía, según el ministerio, “encefalopatía inflamatoria aguda severa, enfermedad epiléptica refractaria maligna, shock séptico”. En aquel momento el cuadro clínico era muy grave, caracterizado por numerosas crisis epilépticas diarias y un estado séptico causado por una bronconeumonía, parecía que se encontraba al final de su vida. La idea de pedir por ella al papa Luciani fue del párroco de la parroquia a la que pertenecía el hospital, ya que el sacerdote era muy devoto.
De este modo, Juan Pablo I, conocido como “papa de la sonrisa”, está cerca de la beatificación. Ahora solo se espera conocer la fecha, que será fijada por el Santo Padre.
Juan Pablo I
Según la misma fuente, Albino Luciani nació el 17 de octubre de 1912 en Forno di Canale (hoy Canale d’Agordo), en la provincia de Belluno, Italia. Luciani fue ordenado sacerdote en 1935 y en 1958, inmediatamente después de la elección de Juan XXIII, fue nombrado obispo de Vittorio Veneto. Participó en todo el Concilio Vaticano II y aplicó sus directrices con entusiasmo. Pablo VI lo nombró patriarca de Venecia a finales de 1969 y en marzo de 1973 lo creó cardenal.
Tras la muerte de Pablo VI fue elegido el 26 de agosto de 1978 en un cónclave que duró un día. El “papa de la sonrisa” escogió la palabra humilitas (humildad) para su escudo episcopal y fue un pastor que vivió con sobriedad, firme en lo esencial de la fe, abierto desde el punto de vista social, cercano a los pobres y a los trabajadores. En su magisterio insistió en el tema de la misericordia.
Asimismo, su doble nombre, definió su programa: al unir a Juan y a Pablo, no solo tuvo un gesto de homenaje y agradecimiento a los papas que lo nombraron obispo y cardenal, sino que marcó un camino de continuidad en la aplicación del Concilio Vaticano II. Escribió un exitoso libro titulado Illustrissimi, con cartas que escribió e idealmente envió a los grandes del pasado con juicios sobre el presente. Concedió especial importancia a la catequesis y a la necesidad de que quienes transmiten los contenidos de la fe se hagan entender por todos.
Murió repentinamente la noche del 28 de septiembre de 1978. Lo encontró sin vida la monja que le llevaba el café a su habitación cada mañana. Tal y como indica Vatican News, en pocas semanas de pontificado, entró en el corazón de millones de personas, por su sencillez, su humildad, sus palabras en defensa de los últimos y por su sonrisa evangélica. Ejerció como sucesor de Pedro sólo durante 34 días, siendo el suyo uno de los pontificados más cortos de la historia.
A lo largo de los años se generaron muchas teorías en torno a su repentina e inesperada muerte, con supuestas conspiraciones que aparecieron en libros y en el cine. No obstante, una documentada investigación sobre la muerte ha sido firmada por la vicepostuladora del proceso de beatificación, Stefania Falasca (Cronaca di una morte, Librería Editora Vaticana), que cierra definitivamente el caso.
Además del concerniente al milagro de Juan Pablo I, este miércoles 13 de octubre se aprobaron otros 6 decretos. A continuación, siguen todos ellos:
Decretos aprobados
Durante la audiencia concedida a Su Eminencia Reverendísima el Sr. cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el Sumo Pontífice autorizó a la Congregación a promulgar los Decretos relativos a:
– el milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Juan Pablo I (Albino Luciani), Sumo Pontífice; nacido el 17 de octubre de 1912 en Forno di Canale, (hoy Canale d’Agordo, Italia) y fallecido el 28 de septiembre de 1978 en el Palacio Apostólico (Estado de la Ciudad del Vaticano).
– el milagro atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios María Berenice Duque Hencker (nacida Ana Julia), Fundadora de la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación; nacida el 14 de agosto de 1898 en Salamina (Colombia) y fallecida el 25 de julio de 1993 en Medellín (Colombia).
– el martirio de los Siervos de Dios Pedro Ortiz de Zárate, sacerdote diocesano, y Juan Antonio Solinas, sacerdote profeso de la Compañía de Jesús, asesinados por odio a la fe el 27 de octubre de 1683 en el Valle del Zenta (Argentina).
– las virtudes heroicas del Siervo de Dios Diego Hernández González, sacerdote diocesano; nacido el 3 de enero de 1915 en Javalí Nuevo (España) y fallecido el 26 de enero de 1976 en Alicante (España);
– las virtudes heroicas del Siervo de Dios Giuseppe Spoletini (en el siglo: Rocco Giocondo Pasquale), sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores; nacido el 16 de agosto de 1870 en Civitella (hoy Bellegra, Italia) y fallecido el 25 de marzo de 1951 en Roma (Italia).
– las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Magdeleine de Jésus (en el siglo: Élisabeth Marie Magdeleine Hutin), Fundadora de la Fraternidad de las Hermanitas de Jesús; nacida el 26 de abril de 1898 en París (Francia) y fallecida el 6 de noviembre de 1989 en Roma (Italia);
– las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Elisabetta Martinez, Fundadora de la Congregación de las Hijas de Santa María de Leuca; nacida el 25 de marzo de 1905 en Galatina (Italia) y fallecida el 8 de febrero de 1991 en Roma (Italia).