La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha difundido el programa y el logo de la Jornada de Reflexión y Oración por el Líbano, que se celebrará el próximo 1 de julio bajo el título “El Señor Dios tiene planes de paz. Juntos por el Líbano”. Hoy, 25 de junio, ha tenido lugar la rueda de prensa de la jornada que contará con la participación de los principales líderes de las comunidades cristianas presentes en el país.
Programa
La jornada comienza a las 8:30 en Santa Marta, con el saludo del Santo Padre a los jefes de las comunidades cristianas libanesas y a los miembros de las delegaciones. Después, a las 9, en la basílica de San Pedro, habrá un breve tiempo de oración. A las 10, en el Palacio Apostólico, tendrán lugar la primera sesión de las consultas. Después de una pausa, a las 11:20 se reanudan los trabajos con la segunda sesión.
A las 13 está previsto el almuerzo en la Casa Santa Marta y a las 16:30 se retoman las consultas con la tercera y última sesión. El encuentro finaliza a las 18 con una oración Ecuménica por la Paz en la Basílica Vaticana.
Logo
La premisa del logo para la jornada se encuentra en el mensaje del Papa Francisco con motivo de la Jornada de Oración y Ayuno por el Líbano, el 4 de septiembre de 2020, en él confía al pueblo de esta tierra el compromiso de la esperanza en la Palabra del Señor que promete a su pueblo “Planes de paz y no de desgracia, para concederle un futuro lleno de esperanza” (Jer 29,11).
El logotipo pretende encerrar gráficamente y significar el deseo y el compromiso indicados por el Santo Padre. En el centro de la composición se encuentra la figura de la Virgen María, venerada en la colina de Harissa con el título de Nuestra Señora del Líbano. Todo el pueblo libanés, a lo largo de su historia, ha cultivado siempre una especial devoción hacia la Madre de Dios, cuyas manos abiertas, frente al mar Mediterráneo y la capital Beirut, acogen las esperanzas no sólo de los cristianos del Patriarcado Maronita, sino también de los cristianos ortodoxos y los musulmanes.
La silueta de la Virgen, se funde con la representación estilizada de un cedro libanés, árbol simbólico del país. La devoción mariana tradicional asocia la figura de la Madre de Dios con muchas de las numerosas referencias bíblicas al Líbano: la novia del Cantar de los Cantares “viene del Líbano”; se la asocia con el “cedro del Líbano”; sus ropas desprenden el “aroma del Líbano”. En particular, en la oración de las letanías lauretanas, los libaneses invocan a María con el título de “Cedro del Líbano”.
Por otro lado, la característica torre que sirve de base a la estatua de bronce está representada por el contorno rojo que evoca la bandera libanesa, en la que el rojo recuerda la sangre pura derramada para lograr la liberación: la unidad del pueblo.
Por último, el círculo amarillo que forma el fondo de la cabeza de la imagen mariana representa el sol, que indica, con luz y calor, la disposición a acoger y trabajar por la esperanza que visita al pueblo libanés porque, citando al poeta y escritor Gibran, más allá de la cortina negra de la noche hay un amanecer que nos espera, y que sea un amanecer de paz para todos.