Jornada Mundial de los Abuelos: Indulgencia Plenaria

28 de julio, un Día Especial

La IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos, instituida por el Papa Francisco, se celebrará el 28 de julio de 2024 bajo el lema «En la vejez no me abandones». En esta ocasión, la Penitenciaría Apostólica ha concedido la Indulgencia Plenaria a los abuelos, mayores y a todos los fieles que participen en las celebraciones de este día con un verdadero espíritu de penitencia y caridad.

Condiciones para la Indulgencia

La Indulgencia Plenaria será concedida a quienes, cumpliendo las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice, participen en los diversos oficios religiosos que se celebrarán en todo el mundo. Este decreto, firmado por el Penitenciario Mayor, Cardenal Angelo De Donatis, resalta la importancia de la participación activa y espiritual en esta jornada especial.

Alcance de la Indulgencia

Además, la indulgencia puede aplicarse como sufragio por las almas del Purgatorio. También se extiende a aquellos fieles que el 28 de julio dediquen tiempo a visitar a personas mayores necesitadas o en dificultad, como enfermos, personas solas o discapacitadas, demostrando así un verdadero espíritu de caridad.

Inclusión de los Enfermos y Cuidadores

El decreto especifica que la Indulgencia Plenaria podrá concederse también a los mayores enfermos y a sus cuidadores, así como a quienes, por razones graves, no puedan salir de casa. Estos fieles podrán unirse espiritualmente a las celebraciones de la jornada, ofreciendo sus oraciones, dolores o sufrimientos a Dios, especialmente durante las retransmisiones de los eventos a través de los medios de comunicación.

Llamado a los Sacerdotes

Para facilitar la obtención de esta gracia divina, la Penitenciaría Apostólica hace un llamado a los sacerdotes para que estén disponibles con espíritu generoso para la celebración del Sacramento de la Penitencia. Se pide a los sacerdotes dotados de las facultades oportunas para oír confesiones que ofrezcan su servicio de manera especial durante esta jornada.

Conclusión

La IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos es una oportunidad para celebrar y honrar a nuestros mayores, reconociendo su valor y contribución a la sociedad y a la Iglesia. La concesión de la Indulgencia Plenaria subraya la importancia de esta jornada y el deseo de la Iglesia de apoyar espiritualmente a los ancianos y a quienes los cuidan.