“Siempre le digo a Dios: ¡quiero jóvenes originales!”. Son palabras de Jesús Telles, joven psicólogo de Venezuela, de animadores Laudato Si’ en su diócesis, Nuestra Señora de la Presentación, y también responsable de un círculo Laudato Si’.
Tras un año como animador, el joven que reside en San Felipe, departamento de Yaracuy, es testigo de cómo el interés de las personas en el cuidado de la casa común está en constante crecimiento. Con su círculo están trabajando en el “Proyecto Génesis”, buscando crear grupos juveniles y círculos Laudato Si’, “una pastoral ecológica en las parroquias dónde no lo hay”.
“Queremos enamorar a las personas de la encíclica y el cuidado de la casa común”, afirma Jesús, y con orgullo cuenta que ya son cinco los círculos y grupos que han comenzado en el último tiempo. También comparte que han realizado un “foro chat” con los frailes franciscanos para hablar sobre la vida de San Francisco de Asís.
Nuestro estado “es el estado donde reina la naturaleza”, dice Jesús, hablando de Yaracuy, Venezuela. “Por eso, si esto es así, vamos a hacer cuidado de ella”, expresa animando a la comunidad a unirse.
Dentro del trabajo del círculo, comenzaron una relación con los guardaparques, los bomberos forestales, y con las personas de turismo. Las actividades se dividen según edades: “Con los niños más pequeños hacemos actividades de reciclaje, de siembra; con los jóvenes recogemos la basura en las plazas, donamos bolsas plásticas de productos, sembramos plantas; y los adultos se unen cuando ellos quieren. Por ejemplo con la recolección de firmas para la petición ‘Planeta sano, gente sana’”.
El Papa Francisco nos dice: “Elijamos cambiar”, y para Jesús es un cambio que se hace muy de a poco: “Yo siempre les dije a los muchachos: ‘Con lo que tu puedas, esto no es una obligación, pero con un granito que puedas aportar, ya es suficiente’. A veces cuando queremos cambiar, creemos que eso tiene que ser drástico e inmediato. Pero no, los cambios no se dan de uno para el otro, es imposible”.
El joven afirma que para cambiar, el secreto es “comprender que el cambio que está en nosotros mismos es progresivo, pero lo más importante es empezar, con lo que tú puedas. Aunque cueste, lo importante es seguir, generar una motivación”.
Para el Tiempo de la Creación, los miembros del círculo han tenido muchas iniciativas como la bendición de las mascotas en el día de San Francisco, programas de poda y siembra. “Pero la esencia que busca el Tiempo de la Creación es nuestra unión”, indica el joven, “y saber que aunque tengamos ciertas diferencias, al final hay una cosa más grande que nos une, y ahí está el corazón de Cristo”.
Como mensaje final para los jóvenes, expresa: “Siempre le digo a Dios: ¡quiero jóvenes originales! Yo no puedo amar a Dios como lo hizo San Francisco de Asís o la Madre Teresa de Calcuta, pero lo quiero amar como lo amo yo, con mi originalidad. Yo le digo esto a los jóvenes, que sean originales”.