Roma: IV Jornada de las Catacumbas

16 de octubre en Roma y 17 en Lacio

IV Jornada Catacumbas
Catacumbas de Roma © Vatican Media

La Comisión Pontificia de Arqueología Sagrada ha organizado la IV Jornada de las Catacumbas para el próximo 16 de octubre de 2021, como evento digital y presencial, y con el objetivo de proponer una serie de itinerarios para descubrir el mundo de los antiguos símbolos cristianos. Se celebrará exclusivamente en Roma, mientras que el domingo 17 se tratará de una serie de catacumbas en Lacio.

Según ha informado la propia Comisión, para participar del evento es es necesario reservar previamente, en todo momento de forma gratuita, con un pase verde y una máscara. Toda la información necesaria y el programa de la jornada se encuentran en los siguientes sitios web: www.giornatadellecatacombe.it y www.catacombeditalia.va.

Registro de los primeros cristianos

El peregrino o el visitante de las catacumbas, explica la nota, “que se detiene a admirar los cubículos o las tumbas decoradas con frescos, se siente inevitablemente atraído no sólo por las evocadoras representaciones de escenas bíblicas o de la vida cotidiana, sino también por un mundo de símbolos, a veces pintados, a veces grafiteados o grabados en piedra”.

“El significado de algunos de ellos es bien conocido, mientras que otros parecen más misteriosos y difíciles de descifrar, pero todos se refieren a un lenguaje esencial utilizado por las primeras generaciones cristianas para afirmar su fe y dar una connotación cristiana a las tumbas de sus seres queridos o de los primeros testigos de la fe, los mártires”, expone.

“El monograma de Cristo”, ilustra la Comisión Pontificia, “en sus diversas formulaciones, la cruz con las letras apocalípticas alfa y omega, el pez, el cordero, el ancla, el pavo real y el fénix, la paloma con una rama de olivo en el pico, el orante y el Buen Pastor, el barco y el faro, las cestas con panes son algunos de los símbolos más frecuentes que se encuentran en las catacumbas, y cada uno tiene su propio significado, un mensaje que adquiere aún más fuerza en el contexto en el que se sitúa”.


De hecho, concluye la información, “estos símbolos, que se encuentran junto a las sepulturas de las primeras comunidades, narran y anuncian la esperanza cristiana, la visión del mundo y de la vida que brota del misterio pascual de Cristo muerto y resucitado. Podríamos definirlos como los tweets de la antigüedad, mensajes esenciales pero llenos de significado, llenos de un llamamiento a los vivos que visitan los cementerios donde los creyentes ‘duermen’ en espera de la resurrección”.

Comisión Pontificia de Arqueología Sagrada

El Vaticano describe que fue creada por Pío IX  (6 de enero, 1852) “para custodiar los sagrados cementerios antiguos, preservar su conservación, las ulteriores exploraciones, las investigaciones y el estudio; para tutelar, además, las antiquísimas memorias de los primeros siglos cristianos, los monumentos insignes y la venerables Basílicas, en Roma, en el suburbio y en el suelo romano, y también en las otras Diócesis, de acuerdo con los respectivos Ordinarios”.

Fue declarada pontificia por Pío XI (Motu Proprio I primitivi cimiteri [Los cementerios primitivos], del 11 de dic., 1925) con ampliación de poderes. Con los Pactos Lateranenses (art. 33 del Concordato), su autoridad y su campo de acción y de estudio se extendía a todas las catacumbas existentes en el territorio italiano. El nuevo Concordato de 1984 (art. 12) ha confirmado este estado de cosas por lo que se refiere a las catacumbas cristianas.

“En los lugares que le han sido confiados, nada se puede modificar sin su autorización; ella ejerce la dirección de todo trabajo que se realice y publica sus resultados; establece las normas de acceso al público y a los estudiosos a los sagrados cementerios e indica cuáles criptas, y con cuáles cuidados, se pueden destinar para la santa liturgia”.

Con la actividad de la Comisión están coordinadas la de la Pontificia Academia Romana de Arqueología y la del Pontificio Instituto de Arqueología Cristiana. La Comisión sigue interesándose, además, por la actividad de la Sociedad para las Conferencias de Arqueología Cristiana y del Collegium Cultorum Martyrum (Motu Proprio de Pío XI, 11 de dic., 1925; Reglamento para la P.C.A.S. par. II, n. 10).