El Papa Francisco ha mandado un saludo especial a los fieles de Montegallo, afectados por un terremoto el 24 de agosto de hace cinco años. “Vuestra presencia me da la oportunidad de volver mis pensamientos a las víctimas y a las comunidades del centro de Italia, incluidas Accumoli y Amatrice, que han sufrido el consecuencias de ese evento sísmico”, ha expresado antes de su saludo a los peregrinos de lengua italiana en la Audiencia General de esta mañana.
“Con la ayuda concreta de las instituciones, es necesario dar prueba de ‘renacimiento’ sin dejar que la desconfianza se interponga. Insto a todos a seguir adelante con esperanza. ¡Ánimo!”, ha manifestado el Santo Padre. Del mismo modo, ha dado una cálida bienvenida al “Capítulo de las Hermanas Oblatas del Niño Jesús: a ellas y a todo el Instituto dirijo mi aliento para que sepan afrontar los problemas de la educación con gran confianza, sembrando con alegría la palabra de Dios en el corazón de los jóvenes”.
Por último, el Pontífice ha dirigido su pensamiento “a los ancianos, los enfermos, los jóvenes y los recién casados. Que vuestros corazones se acerquen cada vez más a Cristo y que encontréis en él la serenidad y la esperanza cristiana. A todos mi bendición”.
Terremoto de Montegallo
Tal y como informó en su momento el Departamento de Seguridad Nacional de España, en la madrugada del 24 de agosto de 2016 se registró un sismo de magnitud 6, con epicentro en la provincia de Rieti, próximo a Accumoli (región de Lacio) e hipocentro a 4 kilómetros de profundidad.
El terremoto afectó a las regiones de Lacio, Umbría, Marcas y Abruzo, especialmente a las provincias de Rieti, Perugia, Ascoli Piceno, L’Aquila y Teramo. Las ciudades donde mayores daños se han registrado son Accumoli, Amatrice y Pescara del Tronto. Además, fue sentido por la práctica totalidad del territorio del centro de Italia. En la noche del 26 y la mañana del 30 de octubre del mismo año hubo otros tres temblores, de 5.5, 5.9 y 6.5, lo que agravó considerablemente la situación.