En torno a las 18, hora local (16 horas en Roma), de hoy, 6 de marzo de 2021, en el marco del su 33º viaje apostólico a Irak, el Papa Francisco ha presidido la Santa Misa en la catedral caldea de San José de Bagdad.
Hoy se ha celebrado la Misa propia de santo Tomás, según el rito católico oriental caldeo, que presenta algunas peculiaridades. Así, por ejemplo, tras el ofertorio, se reza el Credo y después tiene lugar el rito de la paz y de las tres oraciones llamadas “oraciones de inclinación”, a lo largo de las cuales se consagra el pan y el vino. La mayor parte de los cristianos en Irak son de rito caldeo. La Iglesia Caldea es una Iglesia Católica Oriental que se encuentra en plena comunión con Roma.
En su homilía, el Santo Padre ha destacado que las lecturas leídas (Sap 6, 1-11; 1Cor 12, 31-13, 8 ; Mt 5, 1-10) hablan de “sabiduría, testimonio y promesas”. La sabiduría de Jesús encarnada en las bienaventuranzas, “exige el testimonio y ofrece la recompensa, contenida en las promesas divinas. De hecho, vemos que a cada bienaventuranza sigue una promesa”. Las promesas de Dios “garantizan una alegría sin igual y no defraudan” y son cumplidas “a través de nuestras debilidades. Dios hace bienaventurados a los que recorren el camino de su pobreza interior hasta el final”, indicó.
La oración de los fieles ha sido pronunciada en árabe, dialecto sourath-arameo, kurdo, turcomano e inglés. Al final de la Eucaristía, el cardenal Louis Raphaël Sako, patriarca de Babilonia de los caldeos, dirigió un mensaje de agradecimiento al Santo Padre por su visita y se produjo el intercambio de regalos: Francisco ofreció un objeto litúrgico y el cardenal Sako, con ayuda de un sacerdote y un monaguillo, entregó una cruz propia del lugar al Pontífice.
Catedral caldea de San José
La catedral caldea de San José se construyó para satisfacer las necesidades de la comunidad caldea que había abandonado en la década de 1950 el antiguo barrio de Agd al-Nasara, donde se encuentra la catedral de María Madre de los Dolores, para instalarse en el moderno barrio de Karrada.
La primera piedra fue colocada por el patriarca de los caldeos Yusef VII Ghanima en 1952, en el día de la Exaltación de la Santa Cruz. Fue consagrada e inaugurada por el propio patriarca en 1956 y tiene capacidad acoger a más de 400 fieles.
Construida en estilo oriental, su estructura de hormigón armado está coronada por un tejado inclinado y decorada con vidrieras. El interior está organizado de forma que se respetan las tres partes convencionales de las iglesias sirias orientales, pero en un estilo moderno: la parte reservada a la asamblea, el coro y el altar con un antipendio de madera tallada en el centro.
En la nave lateral derecha se encuentra el icono de Nuestra Señora Odigitria, en la nave lateral izquierda el de San José con la escuadra de carpintero, símbolo de su rectitud, y el lirio, símbolo de la justicia.
Restaurada y embellecida varias veces, las últimas intervenciones, deseadas por el patriarca de Babilonia de los Caldeos, el cardenal Louis Raphael Sako, se remontan al año 2018.