El arzobispo Nathanael Nizar Samaan, jefe de la diócesis sirio-católica de Hadiab, en el Kurdistán iraquí, relata que la comunidad cristiana que recibirá al Papa Francisco en su visita a Irak es “pobre, pequeña, sin poder político, pero se trata de una Iglesia viva, custodiada en la fe en el Señor Jesús, fecundada por aquellos que han atravesado las persecuciones”.
En declaraciones a la Agencia Fides, el prelado explica que no esperan la visita del 5 al 8 de marzo de 2021 “como un pretexto para recibir compasión”, sino como “signo de que el Papa y la Iglesia universal nos aman, y que aquí también tenemos un futuro”.
Asimismo, aclara: “Los cristianos iraquíes no tenemos ninguna ‘agenda’ nuestra que promover aprovechando la visita papal”. Cuando, continúa, “ves que el Papa mismo viene a visitarnos, es una señal inequívoca de que no estamos solos, de que la Iglesia nos ama, y eso nos basta.”
Misión en Irak
El arzobispo, que según indica Fides regresó a Irak en 2019 después de su servicio pastoral a las comunidades católicas sirias de Europa, asegura lo siguiente: “Para nosotros es un regalo precioso seguir adelante nuestro camino y llevar a cabo la misión a la que estamos llamados en estas tierras”.
Pero también, prosigue, “para los demás, para el mundo entero, será bueno poder redescubrir a través de la ‘lente’ de la visita papal que aquí hay comunidades vivas, que están llenas de deseo de quedarse aquí para el futuro, sin aislarse y vivir en fraternidad con iraquíes de otras religiones, a pesar de la pobreza, el reducido número de los que somos, el sufrimiento y los muchos problemas cotidianos”.
Organización del evento
El mitrado asirio, que participará sobre todo en la organización de la liturgia eucarística que el Santo Padre presidirá el domingo 7 de marzo en el estadio Erbil, explica que “será el único acto multitudinario en el programa de la visita papal, porque en todas las demás citas del programa, incluso en Bagdad y Qaraqosh, el acceso será limitado”. Por lo menos, añade, “10 mil personas participarán en la Misa”, una tercera parte de lo que podría ser sin las prevenciones frente a la COVID-19.
“Al menos la mitad de los presentes procederá de lugares del Kurdistán iraquí como Sulaimanyya, Dohuk y Ankawa, el suburbio de Erbil donde también hay muchas personas desplazadas de Mosul y la llanura de Nínive. El resto de las entradas las hemos repartido entre las diócesis de todo el país. La liturgia se celebrará en rito latino, y se intercalará con cantos en árabe y arameo”, destaca.
Comunión fraternal
Mons. Nathanael manifiesta lo siguiente sobre la preparación de la visita de Francisco a Irak: “Preparando juntos los distintos momentos de la visita papal también hemos experimentado la comunión entre nosotros. Hemos dejado de lado los cierres y los sectarismos, dando fe a todos que como cristianos iraquíes compartimos la misma misión de proclamar el Evangelio de Cristo en nuestras tierras”.
Por último, relata que “la apertura a nuestros hermanos musulmanes también ha florecido de esta comunión, los cuales también esperan al Papa Francisco con alegría. Ellos también quieren decirle al Papa Francisco: ‘eres bienvenido’, y acogerle como a un hermano”.