Inclusión educativa, del dicho al hecho

Las Tres Erres para una Inclusión Escolar Verdadera

Foto: Adventhealth

Si buscamos el significado de la palabra inclusión en Google, nos encontramos con “pertenecer o ser parte de algo”,  también se puede asociar a crear un entorno que promueva el sentido de pertenencia de una persona, de manera que se siente respetada y valorada.

Mientras que si buscamos el significado de la palabra educación, nos encontramos con acción y efecto de educar; desde el punto de vista etimológico “no se ha aclarado nunca si el término educación proviene del verbo latino educare o de educere”. Educare significa conducir, guiar, orientar, criar, alimentar, mientras que Educere tiene el significado de extraer, dar a luz.

Hoy en día, todo tipo de organizaciones, sean empresariales, educativas, etc. se esfuerzan por desarrollar iniciativas, diseñar programas entre otras muchas cosas, para ser más atractivas a potenciales colaboradores, estudiantes, clientes, etc., teniendo como tema transversal la inclusión.

Por esas circunstancias de la vida, he podido conocer la experiencia de algunas familias, tanto en Perú como acá en Argentina, que tienen un hijo en un colegio que ha accedido a los programas denominados, educación escolar inclusiva.

Algunas de las características comunes que he observado y luego escuchado por parte de los padres son:

  • Siempre han estado acompañados de una shadow, también denominada maestra acompañante.
  • Desde el lado académico el colegio, los ha apoyado y cumplido sus expectativas.
  • El tema que aún está incipiente y tiene mucho por mejorar, es el asociado a la interacción social dentro y fuera de las aulas con sus compañeros.

A raíz de lo indicado, pensaba que si realmente queremos ser personas inclusivas, tenemos que transitar del dicho al hecho concreto, sobre todo los otros padres de familia. Nos debemos organizar y solicitar ayuda de ser necesario a la institución educativa para que tanto nuestros hijos como nosotros mismos, estemos abiertos a acoger de forma auténtica a estos niños y a sus familias.

Por ello, les comparto  las tres (03) ERRES que debemos tener presente todos respecto al tema de la inclusión escolar. Este planteamiento se basa en una homilía Mariana que me pareció muy acertado aplicarlo a dicha temática

Reconocer. La dignidad de todo ser humano, que no es otra cosa que saber y tener siempre presente que todos poseemos el mismo valor como seres humanos.

Respetar. A todos sin tener en cuenta ningún tema asociado a apariencia, raza, habilidad o destreza, edad, sexo, etc.

Reconducir. Esto es ayudar desinteresadamente a que las personas sientan ese espacio o lugar como propio.


Por lo comentado hasta ahora, creo que es un deber humano estar abiertos a salir al encuentro de estas familias, dispuestos a servir, a desplegar empatía, escucha activa, entre muchas cosas más. Es necesario recordar, que es en el hogar donde nuestros hijos son educados por ambos cónyuges: “educar es convertir a alguien en persona, es acompañar con criterio, es predicar con el ejemplo” (1).

Entonces, tratemos a otras personas como nos gustaría que nos traten a nosotros, si estuviéramos en esa situación. ¡Qué dices… vamos!, coloca tu granito de arena, en lo relacionado al tema de la educación escolar inclusiva y la integración social de ese niño-joven.

Les comparto algunas citas de Don Bosco, sacerdote y fundador de los salesianos, quien es un referente en temas de educación.

“La buena educación, es el germen de muchas virtudes”.

“Recordad que la educación, depende de la formación del corazón”.

“De la sana educación de la juventud, depende la felicidad de las naciones”.

Te animas: ¡A seguir remando contra la corriente…!

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(1)Libro, Todo lo que tienes que saber de la vida, Enrique Rojas, capitulo 2, extracto de la página 36.