El 8 de marzo de 2022, las iglesias en Ucrania condenaron la brutalidad de la invasión rusa de su nación.
Sus preocupaciones fueron planteadas en una Declaración del Consejo de Iglesias y Organizaciones Religiosas de Ucrania sobre el bombardeo de los invasores rusos contra objetos civiles en el país.
El Consejo de Iglesias y Organizaciones Religiosas de Ucrania “hace un nuevo llamamiento a la OTAN, como socio en materia de seguridad de Ucrania, a las Naciones Unidas, a la Unión Europea, a la OSCE y al Consejo de Europa para que tomen medidas urgentes para introducir una zona de exclusión aérea sobre Ucrania y para que proporcionen a las Fuerzas Armadas de Ucrania equipos modernos de defensa aérea, incluidos aviones de combate, con el fin de proteger nuestro mayor valor -vidas humanas e infraestructuras civiles- de los bárbaros bombardeos de los invasores rusos”.
A continuación, sigue todo el texto del comunicado.
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Desde el comienzo de la invasión militar a gran escala de Rusia en el territorio soberano de Ucrania, estamos viendo de primera mano cómo los invasores rusos recurren a los métodos de guerra más cínicos y prohibidos por el derecho internacional humanitario. De hecho, Rusia está librando una guerra contra la población civil de Ucrania, ya que dispara a propósito misiles balísticos, incluso desde el territorio de Bielorrusia, y lleva a cabo ataques aéreos contra zonas residenciales, escuelas, guarderías, maternidades, hospitales e instalaciones de infraestructuras críticas que son necesarias para garantizar la vida de la población civil, a veces con el uso de munición de racimo y de vacío prohibida.
Ejemplos flagrantes de la crueldad injustificada y la agresión sin límites de los invasores rusos son los bombardeos de los corredores humanitarios, los autobuses de evacuación e incluso las ambulancias. La actitud despreciativa de los dirigentes rusos hacia la vida humana, que vemos en relación con los soldados rusos lanzados a las fauces de la guerra de conquista, se manifiesta ahora en relación con la población civil de Ucrania, que se ve obligada a escapar de los misiles y ocupantes rusos, emigrando a regiones más seguras de nuestro país y a los Estados vecinos de la Unión Europea.
Además, el ataque militar de Rusia a Ucrania va acompañado no sólo de bombardeos y ataques a infraestructuras pacíficas y edificios residenciales, sino también a iglesias. Como ejemplo, en la aldea de V’yazivka, en el óblast de Zhytomyr, los invasores rusos destruyeron la iglesia de la Natividad de la Santísima Theotokos, construida en 1862. El 2 de marzo, los bombardeos rusos en el centro de Kharkiv dañaron la catedral de la Santa Dormición de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana. El 7 de marzo, los proyectiles rusos alcanzaron la casa de oración de la Iglesia Evangélica “Nueva Vida” en la ciudad de Izyum, en la región de Kharkiv; el edificio de la iglesia quedó completamente destruido. Tras el bombardeo, se incendió una iglesia ortodoxa en el pueblo de Zavorychi, distrito de Brovars’kyi, región de Kiev.
Desde varios frentes de la invasión rusa se informa de bombardeos de iglesias, incluso de aquellas en las que se ha hospedado a los refugiados. Incluso el inmenso santuario espiritual, la catedral de Santa Sofía de Kiev, está bajo la amenaza de un ataque.
Teniendo esto en cuenta, el Consejo de Iglesias y Organizaciones Religiosas de Ucrania hace un nuevo llamamiento a la OTAN, como socio en materia de seguridad de Ucrania, a las Naciones Unidas, a la Unión Europea, a la OSCE y al Consejo de Europa para que tomen medidas urgentes para introducir una zona de exclusión aérea sobre Ucrania y para que proporcionen a las Fuerzas Armadas de Ucrania equipos modernos de defensa aérea, incluidos aviones de combate, con el fin de proteger nuestro mayor valor -vidas humanas e infraestructuras civiles- de los bárbaros bombardeos de los invasores rusos.
