La mujer en la Iglesia: Hna. María Inés Ribeiro aplaude la visión del Papa

Opinión sobre su papel en la Iglesia actual

María Inés Ribeiro Papa mujer
Sacerdote imponiendo la ceniza a una mujer © Cathopic. Ranyel Paula

La hermana María Inés Ribeiro, nueva consultora de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, aplaude la visión del Santo Padre sobre el papel de la mujer en la Iglesia y afirma que “es una lucidez, una claridad y un paso adelante que el Papa Francisco quiera poner cada vez más mujeres al servicio” de la misma.

En una entrevista concedida al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), difundida el miércoles 24 de febrero de 2021, la presidenta de la Conferencia de Religiosos de Brasil (CRB) ha afirmado que este nuevo puesto, otorgado recientemente para cinco años por el Papa, “representa, sobre todo, un gesto de confianza de Dios, del Papa Francisco, por la Vida Consagrada” y una “continuación de lo que ya venía haciendo como consagrada, como responsable de nuestra Conferencia”.

El Papa y la promoción de la mujer

La nueva consultora resalta que “la psicología femenina es diferente de la masculina, y tenemos que abordar esto con igualdad. Para todos los temas de la Iglesia, de la sociedad, tenemos que contar con la presencia de hombres y mujeres, precisamente para lograr los objetivos, en una comunión, en una unidad y en un consenso. Creo que las diferencias nos ayudan a encontrar respuestas más coherentes”.

Asimismo, la religiosa señala que todavía queda “mucho camino por recorrer para que se produzca esta escucha de los laicos y de la vida consagrada femenina”, al mismo tiempo que indica que Francisco es “una luz, es un hombre muy lúcido, está viendo que la Iglesia no puede caminar sólo con piernas de hombre, tenemos que caminar juntos”.

Nuevo puesto de consultora

En sus declaraciones, la hermana Ribeiro explica que, según le han indicado en el Dicasterio, “recibiré consultas sobre diversos y variados asuntos que surjan para la Congregación de Religiosos y seré consultada para dar mi opinión”. En este sentido, añade, “veo que en la medida en que abramos el corazón, abramos la boca para opinar sobre cualquier tema, ya sea en nuestro país o para el mundo, será desde la experiencia de vida, desde mi comunión con Dios, desde mi fidelidad al Evangelio, que daré mi opinión, porque esa es precisamente la misión, de consulta”.


Esta misión “se basará, por supuesto, en nuestra experiencia de una Iglesia servidora, de una Iglesia sinodal, de una Iglesia abierta a los pobres, de una Vida Consagrada que insiste cada vez más en el compromiso de fidelidad al Evangelio y al carisma de cada Instituto”. Y también constituye “un gran reto” por la complicada situación actual, de “dolor, de dificultad, de problemas que estamos viviendo en la Iglesia de Brasil ante la Campaña de la Fraternidad y otras situaciones”.

La vida consagrada y el mundo

Respondiendo sobre la aportación de la vida consagrada a la Iglesia, María Inés sostiene que “uno de los principales retos que me plantearía es precisamente ese caminar juntos, esa tolerancia, ese respeto”.

La vida consagrada en Brasil y en el mundo, prosigue, “debe existir desde el caminar juntos, desde el respeto a las diferencias, desde el verdadero amor a las diferencias, a las personas, amar cada vez más las realidades que vivimos más sufridas, estar donde la vida está amenazada”. Para ella, se debe “insistir en esto, porque en realidad, donde la vida es más sufrida y amenazada, es nuestro lugar”.