Siguiendo el programa de la mañana del quinto día de su 35º Viaje Apostólico, el Papa Francisco se ha trasladado en coche a la escuela San Dionisio de las hermanas ursulinas de Marusi en Atenas para su encuentro con los jóvenes a las 8:45 hora local (9:45 hora de Roma).
A su llegada al centro, el coro del centro educativo y de la pastoral han recibido al Santo Padre con el canto “Jesucristo por siempre”. A largo de acto, el Papa ha disfrutado de canciones y bailes tradicionales.
Bienvenida del responsable de Pastoral Juvenil de Grecia
En sus palabras de bienvenida, el responsable de la Pastoral Juvenil de Grecia exhortó a los jóvenes “a ser instrumentos de Dios para irradiar luz y esperanza, porque Él quiere contar con su valor, su frescura y su entusiasmo (Christus vivit, 177) ”. “Para que puedan transmitir la alegría del Evangelio allí donde estén, en la escuela, en el deporte, en el trabajo, en el voluntariado”.
Del mismo modo, resaltó que experiencias como los Encuentros Panhelénicos de Jóvenes, “pero también la participación en las Jornadas Mundiales de la Juventud, sostienen su entusiasmo y alimentan en ellos la conciencia de que están en un camino de fe junto a jóvenes de todo el mundo y en comunión con toda la Iglesia”.
Por último, expresó al Santo Padre: “Los jóvenes católicos que viven en Grecia le agradecen este encuentro y esperan una palabra suya que sostenga su entusiasmo, fortalezca su esperanza y les ayude a descubrir continuamente en su vida cotidiana la belleza de ser amigos de Cristo y miembros vivos de su Iglesia. ¡Bienvenido, Santo Padre!”.
Testimonios y regalo al Papa
Después, el Pontífice ha escuchado el testimonio de 3 jóvenes que han contado su experiencia de confianza y fe a pesar de las dificultades presenciadas en sus vidas. Así, la joven Ioanna relató que “las dos mujeres más importantes de mi vida, mi madre y mi abuela, desempeñaron un papel fundamental en el inicio de mi camino de fe. Me enseñaron a rezar, a dar gracias a Dios cada día por todo lo que me ofrece”. También resaltó la enseñanza de una religiosa en su trayectoria espiritual, “otra gran mujer, una hermana ursulina, fue muy importante porque me enseñó la alegría de dar y la solidaridad. Recuerdo que me dijo que viera la vida como un servicio a Dios y al prójimo. Con estas enseñanzas en mi corazón mi fe se fortaleció”. El Pontífice destacó que le había gustado como para hablar de sí misma, se había referido a los demás, a su madre y de su abuela como transmisoras de la fe.
Katerina, joven filipina, habló de sus dudas de fe, a partir de las cuales, en su discurso, el Papa indicó: “Quisiera decirte a ti y a todos ustedes, no tengan miedo de las dudas, porque no son faltas de fe. Al contrario, las dudas son ‘vitaminas de la fe’, ayudan a robustecerla, a hacerla más fuerte, es decir, más consciente, más libre y más madura. La hacen más disponible a ponerse en camino, a seguir adelante cada día con humildad. Y la fe es precisamente esto, un camino cotidiano con Jesús que nos lleva de la mano, nos acompaña, nos alienta y, cuando caemos, vuelve a levantarnos”.
Finalmente, Aboud, originario de “la torturada y sangrienta Siria”, tiene 18 años y a su lado estaba su hermano menor, Mario, de 12 años. El chico compartió su experiencia con la guerra en su país y su “calvario” hasta llegar a Grecia, país donde ahora viven.
Tras el discurso del Papa Francisco ha tenido lugar un momento de oración donde han participado jóvenes de diferentes partes de Grecia y la bendición final. Al finalizar el encuentro, los jóvenes le han entregado a Su Santidad como regalo una planta que simboliza la esperanza y los sueños de tantos jóvenes. El Papa por otro lado, les entregó como obsequio unos rosarios.
Ursulinas de Maroussi, Atenas
Las hermanas ursulinas llegaron por primera vez a Grecia en 1670 y se instalaron en Naxos, donde fundaron una escuela y un internado. Esta fue la primera escuela extranjera del país. A mediados del siglo XIX abrieron una escuela en la isla de Tinos, en Loutra. Llegaron a Atenas en 1947 y se instalaron en la calle Othonos. En 1952 trasladaron a la capital el gimnasio de Loutra, que había sido cerrado a causa de la guerra, y eligieron un edificio en la calle Antheon, en Paleo Psychiko. Unos años más tarde, en 1959, se trasladaron a la calle Psychari, en Neo Psychiko, donde albergaron la escuela americana, la escuela primaria San Dionisio y un jardín de infancia internacional.
El número de alumnos crece y en 1962 la escuela compra un complejo en la zona de Anavryta, en Maroussi, un suburbio del norte de Atenas. En 1976, las actividades de la escuela americana cesaron y la escuela primaria San Dionisio se trasladó de Neo Psychiko a Maroussi. La escuela greco-francesa ursulina en mayo de 2017 decidió confiar la gestión y administración de sus institutos en Grecia a la misión educativa lasaliana, compartiendo con ella el mismo objetivo: una educación y formación cristiana, basada en los mismos valores evangélicos y humanitarios.