Francisco sobre Misa Tridentina: Lo pastoral no puede transformarse “en ideología”

El Papa habla en COPE sobre corrupción, el Card. Becciu, la Iglesia en Alemania, China

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El Papa Francisco celebra Misa en Santa Marta © Vatican Media

En su entrevista con el periodista español Carlos Herrera en la emisora radiofónica COPE, el Papa Francisco habla sobre la reciente promulgación del Motu Proprio Traditionis Custodes, que limita la celebración de la Misa Tridentina: “la inquietud que más aparecía era que una cosa hecha para ayudar pastoralmente a quienes han vivido una experiencia anterior, se fuera transformando en ideología. O sea, una cosa pastoral a ideología”.

El Santo Padre indica que “la historia de Traditionis custodes es larga”, desde san Juan Pablo II y después Benedicto XVI ,“ya más claramente”, con el Motu Proprio Summorum Pontificum, “hizo esta posibilidad de que se pudiera celebrar con el misal de Juan XXIII (anterior al de Pablo VI, que es el postconciliar) para aquellos que no se sentían bien con la liturgia actual, que tenían una cierta nostalgia…” Al Papa le pareció “de las cosas pastorales más bellas y humanas de Benedicto XVI, que es un hombre de una humanidad exquisita. Y así empezó. Ese fue el motivo”.

“A los tres años”, continúa Francisco, “él decía que había que hacer una evaluación”, que se realizó, “y parecía que todo andaba bien. Y andaba bien”. De esa primera evaluación a ahora “pasaron diez años (o sea, trece desde la promulgación) y el año pasado vimos con los responsables del Culto y de la Doctrina de la Fe que convenía hacer otra evaluación a todos los obispos del mundo. Y se hizo. Llevó todo el año”.

La pastoral no debe transformarse en ideología

Tras su estudio, relata, “la inquietud que más aparecía era que una cosa hecha para ayudar pastoralmente a quienes han vivido una experiencia anterior, se fuera transformando en ideología. O sea, una cosa pastoral a ideología”. Ante ello, “había que reaccionar con normas claras. Normas claras que pusieran un límite a aquellos que no habían vivido esa experiencia. Porque parecía que estaba de moda en algunos lados que sacerdotes jóvenes ‘ah, no, yo quiero…’ y por ahí no saben latín, no saben lo que dice. Y, por otro lado, apoyar y consolidar lo de Summorum Pontificum”.

El Pontífice narra que “hice más o menos el esquema, lo hice estudiar y trabajé, y trabajé mucho, con gente tradicionalista de buen sentido” y, como resultado, “salió ese cuidado pastoral que hay que tener, con algunos límites pero buenos. Por ejemplo, que la proclamación de la Palabra sea en un idioma que todos lo entiendan; si no, es reírse de la Palabra de Dios. Pequeñas cositas”.

Permiso de Roma

El “límite es muy claro. Después de este Motu Proprio, un sacerdote que quiera celebrar no está en las condiciones de los otros –que era por nostalgia, por deseo, etc– y ahí sí tiene que pedir permiso a Roma. Una especie de permiso de bi-ritualismo, que solamente lo da Roma. [Como] un sacerdote que celebra en rito oriental y rito latino, es bi-ritual pero con permiso de Roma”, describe.

El Obispo de Roma matizó también que “hasta el día de hoy, los anteriores siguen pero un poco ordenados. Más aún, pidiendo que haya un sacerdote que esté encargado no solamente de la liturgia sino de la vida espiritual de esa comunidad” y apuntó que “si usted lee bien la carta y lee bien el decreto, va a ver que simplemente es reordenar constructivamente, con cuidado pastoral y evitar un exceso a quienes no están…”.

Corrupción  y “caso Becciu”

El Santo Padre también fue cuestionado sobre el proceso en el que está imputado el cardenal Angelo Becciu y sobre la reforma de las finanzas en el Vaticano. Sobre la corrupción en general, Francisco resaltó que “hay que poner todos los medios para evitarlo, pero es una historia vieja” (…) “Es una enfermedad en la que se recae”.

Asimismo, cree “que hoy día se ha progresado en la consolidación de la justicia del Estado Vaticano. Desde hace tres años se fue avanzando de tal manera que la justicia fuera más independiente, con los medios técnicos, incluso con declaración de testigos grabados, las cosas técnicas actuales, nombramientos de jueces nuevos, del ministerio público nuevo… y esto fue llevando adelante las cosas. Y ayudó. La estructura ayudó a enfrentar esta situación que parecía que no iba a existir nunca”.


El Papa describe que “todo empezó con dos denuncias de personas que trabajan en el Vaticano y que en sus funciones vieron una irregularidad” (…). Era un poco desafiante la cosa, pero eran dos personas de bien, estaban un poco acobardadas y entonces como para darles ánimos metí mi firma debajo de la de ellos. Para decir: este es el camino, no le tengo miedo a la transparencia ni a la verdad. A veces duele, y mucho, pero la verdad es lo que nos hace libres. Así que esto fue simplemente. Ahora, que de aquí a algunos años aparezca otro…”.

“Esperemos que estos pasos que estamos dando en la justicia vaticana ayuden a que cada vez menos sucedan estos hechos”, concluyó sobre este tema.

Con respecto al proceso del cardenal Becciu, el Pontífice expresó: “Yo quiero de todo corazón que sea inocente. Además, fue un colaborador mío y me ayudó mucho. Es una persona a la que tengo cierta estima como persona, o sea, que mi deseo es que salga bien. Pero es una manera afectiva de la presunción de inocencia, vamos. Además de la presunción de inocencia, tengo ganas de que salga bien. Ahora, la justicia es la que va a decidir”.

La Iglesia en Alemania

En cuanto al camino sinodal que ha iniciado la Iglesia Católica Alemana, Su Santidad, recordó en la entrevista que “yo me permití mandar una carta. Una carta que la hice yo solo en castellano. Un mes me llevó hacer eso, entre rezar y pensar. Y se la mandé en su momento: original en castellano y traducción al alemán. Y ahí expreso todo lo que siento sobre el sínodo alemán. Ahí está todo”.

Después Carlos Herrer señaló que “no es una protesta nueva la del sínodo alemán… se repite la historia”, a lo que el Papa Francisco contestó: “Sí, pero no me pondría tampoco demasiado trágico. En muchos obispos con los que hablé no hay mala voluntad. Es un deseo pastoral, pero que por ahí no tiene en cuenta algunas cosas que yo explico en la carta que hay que tener en cuenta”.

Acuerdo con China, la importancia del diálogo

En otro momento de la entrevista, Herrera se refirió a aquellas personas que consideran que no se debería renovar el acuerdo que el Vaticano firmó con China “porque pone en peligro su autoridad moral”. Ante ello, el Sucesor de Pedro expuso que “yo también cuando era laico raso y cura me encantaba marcarle el camino al obispo, es una tentación hasta yo diría lícita si se hace con buena voluntad”.

“Lo de China”, prosigue, “no es fácil”, pero, “yo estoy convencido de que no se debe renunciar al diálogo. Te pueden engañar en el diálogo, puedes equivocarte, todo eso… pero es el camino. La cerrazón nunca es camino. Lo que se ha logrado hasta ahora en China fue al menos dialogar… alguna cosa concreta como nombramiento de nuevos obispos, lentamente”.

Al mismo tiempo, Francisco reconoce, “pero también son pasos que pueden ser cuestionables y los resultados por un lado o por el otro”. En esta línea, remarcó que para él, “la figura clave de todo esto y que me ayuda y me inspira es el cardenal Casaroli”, el hombre “al que Juan XXIII le encargó tender puentes con Centroeuropa” y que poco a poco fue “creando puentes, “pasito pequeño tras pasito pequeño”.

“Hoy en día, de alguna manera tenemos que seguir esos caminos de diálogo pasito a pasito en las situaciones más conflictivas”, indicó Su Santidad, poniendo como ejemplo su experiencia de diálogo con el islam con el Gran Imán de Al-Tayeb, “el germen de Fratelli Tutti. Pero dialogar, dialogar siempre o estar dispuestos a dialogar”, insistió.