¿Qué papel desempeña la fe en la eliminación de las formas contemporáneas de esclavitud? Se lo preguntaron los participantes en un encuentro celebrado ayer, 13 de noviembre, en la Casina Pío IV en el Vaticano, titulado «Global Slavery Index 2023 Vatican Spotlight». Las formas modernas de esclavitud son variadas, desde el trabajo forzado al matrimonio forzado, la servidumbre por deudas y todas aquellas situaciones de explotación que una persona no puede rechazar o abandonar a causa de amenazas, violencia, coerción, engaño, abuso de poder.
Se trata de manifestaciones de una «grave plaga social» que «desfigura la dignidad humana» y que urge combatir con todo el empeño posible, reafirmó el Papa en un telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y enviado al cardenal Peter Turkson, en su calidad de canciller de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, que organizó el encuentro junto con la Embajada de Australia y la organización Walk Free.
El deseo de Francisco, se lee en el telegrama, es que haya una «renovada atención a los valores de la libertad, el respeto mutuo y la solidaridad», promoviendo «un mayor compromiso de garantía y tutela de los derechos inalienables de toda persona» contra «cualquier forma de esclavitud».