Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha comunicado hoy, 5 de octubre de 2021, que el Papa Francisco fue informado de la publicación del informe de Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales (ICASE) “por los obispos franceses, con los que se reunió en los últimos días durante las visitas ad limina, y conoció su contenido con dolor”.
“Su pensamiento va en primer lugar a las víctimas, con gran dolor, por sus heridas, y gratitud, por su valor en la denuncia, y a la Iglesia de Francia, para que, en la conciencia de esta terrible realidad, unida al sufrimiento del Señor por sus hijos más vulnerables, emprenda un camino de redención”, expresa el texto. “Con su oración, el Papa encomienda al Señor el Pueblo de Dios en Francia, especialmente a las víctimas, para que les dé consuelo y alivio y para que, a través de la justicia, se produzca el milagro de la curación”, concluye.
Datos del informe
De acuerdo a Vatican News, los datos recogidos en 2 años y medio de investigación y presentados hoy en París por ICASE estiman que existen de 2.900 a 3.200 sacerdotes y religiosos implicados en delitos de pederastia en Francia entre 1950 y 2020. Además, una gran encuesta de población general estima que un total de 216.000 personas en Francia hoy en día (con un margen de error de 50.000) han sido agredidas sexualmente por sacerdotes y religiosos católicos, un tercio de las cuales fueron violadas. Por otro lado, si se incluyen las agresiones perpretadas por profanos (especialmente en las escuelas), esta estimación se eleva a 330.000 personas.
Según la misma fuente, Jean-Marc Sauvé, presidente de la comisión, remarcó que, en el conjunto de la sociedad francesa, 5 millones y medio de personas (el 14,5% de las mujeres y el 6,4% de los hombres) han sufrido agresiones sexuales antes de los 18 años. Las familias y los amigos siguen siendo los principales lugares de agresión, aunque la prevalencia de las agresiones en la Iglesia católica sigue siendo alta, incluso en los últimos tiempos, y el 80% de estos abusos afectan a varones.
Comunicado de obispos y religiosos y religiosas
La Conferencia de Obispos de Francia y la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Francia han emitido un comunicado conjunto en el que reconocen que el informe ofrece “una realidad atroz que no podíamos imaginar en cuanto al número de víctimas, el porcentaje de sacerdotes y religiosos que cometen estos delitos, y los fallos que han hecho posible que algunos de ellos se prolonguen durante décadas y que tan pocos sean perseguidos”.
“Ante tantas vidas destrozadas y a menudo destruidas, nos sentimos avergonzados e indignados. Nuestro pensamiento y nuestro inmenso dolor, como mujeres y hombres, como obispos o superiores de institutos religiosos, van sobre todo a las víctimas; a las que pudieron hablar, a las que aún no han podido hacerlo o no podrán hacerlo nunca, y a las que han muerto. Nada puede justificar que no se les haya escuchado, creído y apoyado, ni que la mayoría de los culpables no hayan sido denunciados y juzgados”, se lee en la nota.
“Más que nunca, apreciamos la valentía de las víctimas que se atrevieron a hablar y expresamos nuestra profunda gratitud a quienes aceptaron trabajar junto a nosotros. Reiteramos solemnemente nuestra determinación de aplicar las directrices y decisiones necesarias para que un escándalo así no pueda repetirse. Estamos muy agradecidos a todos los que nos ayudan a hacerlo. Sabemos que aún queda mucho camino por recorrer para ganarnos el perdón de las víctimas y que debemos ‘probarnos a nosotros mismos’”, prosigue el texto.
Asimismo, el comunicado apunta que ambas conferencias, “estudiarán cada una este informe y las 45 recomendaciones de la ICASE” y que en sus respectivas asambleas plenarias, que se celebrarán en noviembre, “nos permitirán adoptar las medidas que parezcan justas y necesarias a la luz de las decisiones ya adoptadas por cada una de nuestras conferencias”.
“Animamos encarecidamente al conjunto de la Iglesia católica en Francia, parroquias, movimientos, comunidades religiosas, etc., a tomar nota del informe del ICASE, por doloroso que sea, y a invitar a sus miembros a hablar de él entre ellos. Este es nuestro deber moral para con las víctimas y sus familiares y también para las generaciones venideras: mirar esta terrible realidad para poder afrontarla juntos y trabajar por una Iglesia más digna de la humanidad y del Cristo que anuncia”, concluye el texto.