Quince cristianos han sido asesinados y dos resultaron heridos en un ataque contra católicos en Essakane, en la diócesis de Dori, Burkina Faso. El atentado, que tuvo lugar el domingo 25 de febrero, fue perpetrado por terroristas que atacaron a la comunidad católica durante la reunión para la oración dominical.
Según el comunicado que la diócesis de Dori ha enviado a Aid to the Church in Need (ACN), doce de las víctimas murieron durante el ataque, mientras que otras tres fallecieron en el hospital local a causa de las heridas.
En el mensaje, además, se piden oraciones por las víctimas y sus familias, así como por los criminales. «En estos dolorosos momentos, les invitamos a rezar por el eterno descanso de los que han muerto en la fe, por la curación de los heridos y por el consuelo de los corazones afligidos. Oremos también por la conversión de aquellos que siguen sembrando muerte y desolación en nuestro país. Que nuestros esfuerzos de penitencia y oración durante este bendito tiempo de Cuaresma traigan paz y seguridad a nuestro país, Burkina Faso».
La situación de seguridad en Burkina Faso se ha vuelto drástica en los últimos años, donde los cristianos son blanco de ataques de grupos terroristas inspirados en el extremismo islámico. La violencia en el país forma parte de un conflicto más amplio que involucra a varios países de la región del Sahel, incluidos Malí, Chad, Níger y Nigeria.
Más secuestros en Haití
La masacre de Essakane se ha producido poco después de las inquietantes noticias de Haití, en el Caribe, donde seis religiosos y un sacerdote fueron secuestrados en dos incidentes separados en la capital, Puerto Príncipe, el viernes 23 de febrero.
Los seis miembros de la Congregación de los Hermanos del Sagrado Corazón fueron secuestrados cuando se dirigían al Colegio Juan XXIII, dirigido por la orden. También se llevaron a una maestra que iba con ellos.
«En vista de este doloroso acontecimiento, la institución Juan XXIII cierra sus puertas hasta nuevo aviso. Las demás instituciones de los Hermanos del Sagrado Corazón en todo el país continuarán su trabajo de sensibilización de las nuevas generaciones sobre los valores de la convivencia armoniosa con la esperanza de que surja una nueva sociedad más humana y más solidaria», dijo la congregación en un comunicado enviado a ACN.
Pocas horas después, era secuestrado también un sacerdote en Puerto Príncipe. Fue raptado de su parroquia, junto con algunos fieles, poco después de haber terminado de celebrar la misa matutina. Según fuentes locales, todos fueron liberados el mismo día.
La situación de seguridad en Haití es muy precaria, ya que la sociedad en general se enfrenta al colapso total del Estado y de las instituciones regulares. A pesar del trabajo incansable realizado por la Iglesia, el clero y los religiosos no se han librado de la violencia liderada por bandas armadas. Estos últimos secuestros han tenido lugar menos de un mes después del secuestro de un grupo de seis religiosas, liberadas la semana siguiente. Así mismo, Mons. Pierre André Dumas, obispo de la diócesis de Anse-à-Veau/Miragoâne, resultó gravemente herido en una explosión que afectó el lugar en el que se alojaba durante una visita a la capital. No está claro si la explosión fue causada por actividad criminal o por una fuga de gas. El obispo se encuentra en condición estable y recuperándose bien de sus heridas en un hospital de Estados Unidos.
En su declaración tras el secuestro de seis de sus miembros, la Congregación del Sagrado Corazón dijo: «Creemos firmemente que nuestro Dios, compasivo, cambiará los corazones de piedra de aquellos que siembran la desolación en corazones de carne para una revolución de amor en Haití. Desde hace varios años, una violencia absurda e injustificada se ha apoderado del pacífico pueblo haitiano, y ni siquiera aquellos que dedican su vida a la causa de los más vulnerables se salvan. ¡Que el mundo civilizado se una al pueblo haitiano, que sufre, cree, reza y espera el renacer de la solidaridad en nuestro planeta!».
Asesinatos en Etiopía
ACN recibió durante el fin de semana la noticia de otra tragedia, esta vez en Etiopía, donde cuatro monjes fueron secuestrados y asesinados por hombres armados el jueves 22 de febrero. Los religiosos pertenecían al monasterio ortodoxo etíope de Zequala, a solo 50 km de la capital Adís Abeba. Esta triste noticia fue confirmada por el Departamento de Relaciones Públicas de la Iglesia Ortodoxa Etíope Tewahedo.
El ataque al monasterio se produce en el contexto de violentas luchas étnicas entre el gobierno federal y un grupo armado en la región de Oromia, aunque ACN no está en condiciones de verificar de forma independiente cuál de los diferentes agentes implicados en el conflicto fue el responsable directo de los asesinatos.