Fallece el Cardenal Angelo Amato a los 86 Años

Un Hombre de Fe y Servicio

El 31 de diciembre de 2024, el Cardenal Angelo Amato, Prefecto emérito de la Congregación para las Causas de los Santos, falleció a la edad de 86 años.

Vocación y Formación

Nacido el 8 de junio de 1938 en Molfetta, Italia, Angelo Amato creció en una familia dedicada a la construcción naval. Fue el mayor de cuatro hermanos y comenzó su educación en el Instituto Náutico de Bari. Sin embargo, en 1953, cambió de rumbo al ingresar en el aspirantado salesiano de Torre Annunziata. En 1956 hizo su primera profesión religiosa y se trasladó a Roma para estudiar en el Pontificio Ateneo Salesiano, donde obtuvo una licencia en filosofía. Emitió su profesión perpetua en 1962 y fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1967.

Estudios y Encuentros con el Mundo Ortodoxo

Amato continuó su formación en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde se doctoró en teología en 1974. En 1977, fue enviado a Grecia para profundizar sus conocimientos sobre la teología ortodoxa, residiendo en el monasterio de Vlatadon en Salónica. Allí, asistió a clases y realizó investigaciones sobre el sacramento de la penitencia en la teología ortodoxa griega, publicando su trabajo en 1982.

Carrera Académica y Roles en el Vaticano

De vuelta en Roma, Amato enseñó Cristología en la Pontificia Universidad Salesiana, donde ocupó cargos de decano y vicerrector. También fue consultor de diversas congregaciones vaticanas y miembro de la comisión teológico-histórica para el Gran Jubileo del Año 2000.


En 2002, fue nombrado secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe y consagrado arzobispo por el Papa Juan Pablo II en 2003. En 2008, Benedicto XVI lo designó Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y lo creó cardenal en 2010. Participó en el cónclave de 2013 que eligió al Papa Francisco y continuó como Prefecto hasta 2018.

Legado y Últimos Años

El Cardenal Amato fue una figura clave en la beatificación y canonización de muchas figuras religiosas, incluyendo la fase diocesana del proceso de beatificación de don Tonino Bello en 2013. El Obispo de Molfetta, monseñor Domenico Cornacchia, lo recordó como un hombre de fe y pastor incansable, destacando su dedicación a la Iglesia y al pueblo de Dios. Su vida y obra dejan una huella imborrable en la historia de la Iglesia Católica.